Con motivo del Día de las Madres la ONU-DH publica un mensaje para las madres buscadoras en México

En ocasión del Día de las Madres, la Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH) reconoce a las madres buscadoras, así como a las hijas e hijos que buscan a sus madres desaparecidas.
En México, esta fecha ha sido resignificada por quienes buscan a sus seres queridos desaparecidos. Ante una punzante realidad, es indispensable que todas las autoridades escuchen y atiendan la voz persistente que clama verdad y justicia, y que la sociedad se sensibilice y se solidarice con la causa de las madres buscadoras.
Destacamos la fuerza de las madres buscadoras, quienes han enfrentado múltiples barreras y se han organizado para visibilizar el amor hacia sus hijos e hijas. En su incansable caminar, han realizado búsquedas, exigido justicia, reivindicado la verdad, preservado la memoria, propuesto agendas públicas, entablado diálogos, tejido alianzas, reclamado sus legítimos derechos y externado, con firmeza y esperanza, el deseo de que nadie más experimente su sufrimiento. Ante una de las violaciones más graves y dolorosas a los derechos humanos, las madres buscadoras son una fuente de luz y dignidad.
Desde la ONU-DH saludamos que la Presidenta de la República, la doctora Claudia Sheinbaum Pardo, haya calificado la problemática de la desaparición como una “prioridad”, expresado el compromiso de fortalecer el marco normativo e institucional en la materia he instruido la apertura de espacios de diálogo con las familias, principalmente lideradas por mujeres y madres buscadoras. Reconocemos también los esfuerzos locales en esta dirección, que aún son excepcionales y, por tanto, deben expandirse y consolidarse.
El diálogo favorece el entendimiento, allana la construcción de soluciones, potencia la confianza pública y reivindica a quienes buscan alternativas benéficas, no solo para las víctimas, sino para la sociedad en su conjunto.
La ONU-DH alienta a que se aproveche esta oportunidad y se adopte una agenda vigorosa que proteja a todas las personas contra las desapariciones. Como un aporte, recuperamos nuestro llamado de diez puntos: 1) asegurar el derecho a la participación; 2) proteger a las personas buscadoras; 3) fortalecer a las comisiones de búsqueda, instituciones forenses y de identificación humana; 4) investigar de manera diligente los delitos; 5) fortalecer la coordinación entre autoridades; 6) implementar una estrategia nacional de prevención; 7) profundizar la capacitación judicial; 8) garantizar el funcionamiento efectivo de las herramientas previstas en la Ley General; 9) reforzar los trabajos relacionados con las violaciones graves a los derechos humanos cometidas de 1965 a 1990, y 10) impulsar la implementación de las recomendaciones, resoluciones y acciones urgentes de los organismos internacionales de derechos humanos.