
Concluyó la 55 Asamblea General de la OEA con amenazas e imposiciones de EEUU
Terminó la 55 Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA), que se celebró en Antigua y Barbuda desde el miércoles, con la amenaza de Estados Unidos de retirarse; la aceptación del fracaso en la atención a las crisis políticas en Venezuela y Haití; la declaratoria conjunta para designar al “Tren de Aragua” como organización terrorista, y el nombramiento de una nueva integrante de la CIDH, impuesta por el Departamento de Estado de EEUU a la asamblea.
El secretario general de la Organización de los Estados Americanos, Albert Ramdin, inauguró el pasado miércoles la 55 Asamblea General del organismo, con un llamado a la “desescalada” del conflicto en Oriente Medio, tras los recientes bombardeos estadounidenses en Irán, opacado por el cese al fuego de la guerra Irán e Israel, decretado por el presidente Donald Trump.
La sesión de la Asamblea de la Organización de Estados Americanos estuvo marcada por las críticas del Gobierno de Donald Trump a la falta de acciones contundentes con respecto a las crisis en Venezuela y Haití. Washington, de hecho, insinuó que se debería revisar la existencia del organismo. Mientras, Guyana pidió apoyo en la disputa territorial que tiene con Venezuela.
En ese escenario, por la insistencia política del Departamento de Estado estadounidense en la Asamblea General de la OEA que sesionó en Antigua, se determinó que Rosa María Payá será la nueva integrante de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), pese a la fuerte presión en contra de su nombramiento de Brasil, acompañado por Colombia, México y Chile.
Payá, una reconocida defensora de los derechos humanos en América Latina, fue propuesta a la CIDH por Estados Unidos y logró la mayor cantidad de votos frente a los candidatos presentados por Bahamas, México, Brasil, Perú, Honduras y Colombia.
Durante la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA), a iniciativa impulsada por la delegación estadounidense, Argentina, Ecuador, El Salvador, Estados Unidos, Panamá, Paraguay y Perú, solicitaron al organismo designar al “Tren de Aragua” como organización terrorista extranjera.
Ello generó un declaratoria conjunta en la que las naciones mencionadas expresaron su solidaridad con pueblos y Estados afectados por la intensificación de la agresión por parte del Tren de Aragua y otras organizaciones similares involucradas en la trata de personas, el tráfico ilícito de migrantes, extorsión generalizada a comercios y ciudadanos, narcotráfico, secuestros, asesinatos por encargo y ataques contra funcionarios gubernamentales.