
Desfile militar: tradición que conmemora la Independencia desde 1918
Cada 16 de septiembre, millones de familias mexicanas encienden la televisión o salen a las calles del Centro Histórico para presenciar el tradicional desfile militar, uno de los eventos más emblemáticos de las Fiestas Patrias. Sin embargo, pocos conocen el origen de esta ceremonia que, además de espectáculo, guarda un profundo simbolismo histórico.
¿Cómo nació el desfile militar?
Aunque desde el siglo XIX existieron celebraciones que recordaban la entrada del Ejército Trigarante a la Ciudad de México en 1821, el primer desfile oficial se llevó a cabo hasta 1918, bajo la presidencia de Venustiano Carranza. En aquella ocasión, el mandatario, acompañado de su gabinete y representantes de los tres poderes, marchó desde Palacio Nacional hasta el Ángel de la Independencia para rendir homenaje a los héroes de la patria.
Tras la ceremonia, Carranza regresó al Zócalo y presenció desde el balcón de Palacio Nacional el paso de las tropas. No obstante, la inestabilidad política detuvo la continuidad del acto hasta 1935, cuando el presidente Lázaro Cárdenas decretó que el desfile se realizaría de forma obligatoria cada 16 de septiembre.
La trayectoria del contingente rememora el recorrido histórico del Ejército Trigarante: parte de la calle 20 de Noviembre, rodea el Zócalo, avanza por 5 de Mayo, cruza avenida Juárez y continúa por Paseo de la Reforma hasta concluir en Campo Marte.
Más allá de la tradición, el desfile simboliza un acto de respeto al jefe del Ejecutivo, quien es también comandante supremo de las Fuerzas Armadas. Por ello, participan el Ejército, la Marina, la Fuerza Aérea y la Guardia Nacional, además de contingentes civiles y representaciones históricas.
El público disfruta cada año de la presencia de canes entrenados, caballos, águilas y halcones, así como de charros que muestran suertes charras durante el recorrido. También destacan los vehículos blindados, embarcaciones, banderas de guerra y, sobre todo, el sobrevuelo de más de 90 aeronaves que dibujan formaciones en el cielo de la capital.
Así, el desfile militar no solo es un espectáculo patriótico, sino también un recordatorio vivo del trayecto hacia la independencia y de la fuerza de las instituciones mexicanas.









