El presidente de Estados Unidos firmó este 25 de agosto un decreto ejecutivo que ordena al Departamento de Justicia priorizar el enjuiciamiento de actos de quema de la bandera nacional, siempre que estos generen violencia, inciten disturbios o violen leyes estatales y federales.
Aunque la quema de la bandera ha sido protegida como forma de expresión bajo la Primera Enmienda por la Corte Suprema, el decreto sostiene que ciertos actos pueden constituir “palabras de combate” o incitación a acciones ilegales, lo que abriría la puerta a sanciones legales en casos específicos.
Entre las medidas ordenadas por el presidente:
- El fiscal general deberá vigilar y procesar casos que involucren delitos violentos, crímenes de odio o daños a propiedad vinculados a la quema de la bandera.
- Se instruye a agencias federales a colaborar con autoridades locales cuando existan violaciones a leyes estatales, como restricciones de quema o alteración del orden público.
- En el ámbito migratorio, se autoriza a revocar visas, residencia o naturalización a extranjeros que participen en actos de este tipo, si se determina que representan una amenaza bajo la ley federal.
El decreto subraya que la bandera estadounidense es “el símbolo más sagrado de la libertad, identidad y fuerza nacional”, y que su profanación representa “una expresión de hostilidad contra la unión política que garantiza los derechos y libertades del país”.
La orden ejecutiva fue firmada por el presidente Donald J. Trump y será implementada conforme a la disponibilidad presupuestaria y los límites constitucionales.