
El Dalái Lama confirma que tendrá sucesor y rechaza injerencia de China en el proceso
En un anuncio histórico, el Dalái Lama confirmó que su linaje espiritual continuará tras su muerte, poniendo fin a décadas de especulación sobre el futuro de la institución budista tibetana. A través de un mensaje difundido desde Dharamshala, India, el líder espiritual de 90 años afirmó que la búsqueda de su reencarnación será responsabilidad exclusiva del Gaden Phodrang Trust, fundación creada por él mismo para preservar la tradición tibetana.
La decisión representa un desafío directo a las autoridades chinas, que han insistido en que cualquier sucesión debe contar con su aprobación y realizarse mediante el sorteo de la llamada “urna dorada”, un mecanismo impuesto por la dinastía Qing en el siglo XVIII. Pekín sostiene que el budismo tibetano debe adaptarse a los marcos legales y políticos del Estado chino.
El Dalái Lama, sin embargo, fue enfático: “Nadie más tiene autoridad para interferir en este asunto”. La declaración fue respaldada de forma unánime por la 15ª Conferencia Religiosa Tibetana, que condenó la injerencia de China y reafirmó que el proceso de reencarnación es un asunto espiritual, no político.
El anuncio llega en vísperas del 90º cumpleaños del líder tibetano y en un contexto de creciente tensión entre la comunidad tibetana en el exilio y el gobierno chino. Analistas advierten que podrían surgir dos figuras rivales: una reconocida por el exilio y otra impuesta por Beijing, como ocurrió con el Panchen Lama en 1995.
La comunidad tibetana considera que esta hoja de ruta garantiza la continuidad de su identidad espiritual y cultural, y representa un acto de resistencia frente a décadas de control e imposición por parte del gobierno chino.