¿Impuestos saludables?
Bajo el argumento de que el aumento de impuesto a bebidas endulzadas se destinará al sector salud, el gobierno federal envió una reforma fiscal que llama saludable; pero ¿saludable para quién?
Los antecedentes demuestran lo contrario, se ha insistido desde la anterior administración en este tipo de “impuesto saludable”; pero en los hechos el sector salud se encuentra con graves problemas de infraestructura y sobre todo, de desabasto de medicamentos y una pésima atención a derechohabientes y ciudadanía en general.
Lo saludable sería bajar impuesto, o no poner impuestos a productos y servicios que se reflejarán en incremento de precios al consumidor final, por eso en un ejercicio de escuchar a expertos como son los parlamentos abiertos, deben no solo un trámite, sino tomar en cuenta esas opiniones para mejorar la iniciativa de reforma.
Más que saludable, esta es una reforma recaudatoria y muy lesiva por el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS), respecto a la industria de bebidas endulzadas, prácticamente va a crecer en un 88% de un año a otro, lo cual es desproporcional y en contra del espíritu constitucional respecto a contribuciones e impuestos que pagamos los mexicanos.
Es incomprensible como ahora la iniciativa pretende grabar bebidas que contienen edulcorantes naturales no calóricos; es desincentivar la innovación en esa industria y lo peor, el aumento se reflejará en el bolsillo del consumidor final.
Incluso este tipo de bebidas superará en precio a los endulzados con ingredientes calóricos; por ejemplo, una bebida de tres litros que cuesta alrededor de 44 pesos en este momento, la que sí tiene calorías, con el incremento costará alrededor de 49 pesos.
Sin embargo, la bebida de tres litros con edulcorantes; la que no tiene calorías, como se plantea el impuesto va a costar hasta 51 pesos; es decir, costará más caro que la bebida que sí contiene azúcar. ¡Qué saludable!
Así la incongruencia del gobierno con este tipo de impuestos, que lastima a los consumidores, a la economía de las familias; pero también a los pequeños negocios.
En Acción Nacional escucharemos y atenderemos los planteamientos de los expertos; pero también incidiremos para que sean tomados en cuenta para eliminar este tipo de aberraciones fiscales.
En caso contrario, estaremos vigilantes que los recursos obtenidos por estos “impuestos saludables” realmente se destinen al sector salud y se mejore el deterioro en el que se encuentra, si no, solamente quedará como una medida discursiva, una medida meramente recaudatoria.