
GENTE DETRÁS DEL DINERO
AICM: LA INDIFERENCIA DE LA 4T
El Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), principal puerta de entrada aérea al país, enfrenta un deterioro estructural y operativo sin precedentes, evidenciado de forma crítica por las recientes lluvias que paralizaron operaciones y afectaron a miles de pasajeros.
La falta de mantenimiento, la drástica reducción presupuestal y la ausencia de inversión en infraestructura esencial han provocado que un aeropuerto con más de 70 años de antigüedad opere con sistemas obsoletos e incapaces de responder a la demanda actual de más de 46 millones de pasajeros anuales.
Bajo la administración militar de la Secretaría de Marina (SEMAR), lejos de resolverse los problemas históricos, estos se han agravado, poniendo en entredicho la idoneidad de este modelo de gestión para garantizar eficiencia, seguridad y calidad en el servicio.
Este abandono no es resultado de hechos aislados, sino de decisiones políticas de recortes y reasignación de recursos hacia otros proyectos prioritarios, como el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) y el pago de pasivos por la cancelación del NAIM en Texcoco.
El presupuesto promedio 2015-2018 fue de seis mil 106 millones de pesos, mientras que de 2019 a 2025 cayó a mil 363 millones, es decir, una reducción del 77.6%. Este recorte drástico ha limitado la capacidad del aeropuerto para atender necesidades críticas de mantenimiento, modernización e infraestructura.
En 2015, el gasto de inversión ascendía a seis mil 871 millones, mientras que en 2025 es cero pesos (-100% de caída acumulada). Hubo dos años sin inversión: 2019 y 2025, lo que refleja abandono total en infraestructura en esos ejercicios. Incluso en años con asignaciones, el gasto corriente ha llegado a representar más del 90% del presupuesto, dejando inversión mínima.
La falta de inversión en drenaje, pistas y sistemas críticos ha derivado en fallas recurrentes: inundaciones, cancelaciones masivas de vuelos y deterioro acelerado de instalaciones. El aeropuerto opera con infraestructura obsoleta, con riesgo de afectaciones estructurales y de seguridad para usuarios y trabajadores.
Los datos revelan un manejo financiero profundamente irresponsable y negligente en el AICM. A partir de 2020, se observa un patrón sistemático de recortes presupuestarios que han comprometido la operatividad, seguridad y mantenimiento de la infraestructura aeroportuaria más importante del país.
Mientras el AICM sufría ajustes negativos consecutivos (totalizando menos cuatro mil 70 millones de pesos entre 2020 y 2025), el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) recibía inyecciones masivas de recursos (por ejemplo, 21mil 647 millones en 2021). Esta disparidad evidencia una desviación deliberada de fondos prioritarios hacia un proyecto político, abandonando al AICM a su suerte.
La cancelación total de inversión en el presupuesto y los recortes en programas críticos como mantenimiento de pistas, rodajes y plataformas, reflejan una grave omisión en seguridad operacional. Las cifras de adecuaciones negativas (menos mil 500 millones en 2024) coinciden con reportes de deterioro acelerado: grietas en pistas, fallas eléctricas y saturación de instalaciones.
En tanto el gobierno y la mayoría legislativa oficialista no destinen recursos suficientes al AICM que genera el 80% del tráfico aéreo nacional, lo más grave de esta decisión equivocada es que se expone constantemente a millones de usuarios a riesgos innecesarios
Sin una intervención inmediata que combine transparencia en el uso de los recursos, inversión prioritaria en infraestructura crítica y un plan técnico con visión de largo plazo, el AICM seguirá degradándose hasta convertirse en un obstáculo para la conectividad, el turismo y la competitividad económica de México.