El acceso a internet en Cuba se ha convertido en una necesidad diaria para estudiar, trabajar y comunicarse con familiares en el extranjero. Sin embargo, la reciente decisión de Etecsa, la empresa estatal de telecomunicaciones, de limitar las recargas en pesos cubanos y aumentar drásticamente los precios ha generado una crisis digital que afecta a millones de ciudadanos.

“No puedes comprar un paquete de datos porque ya te quedas sin comer”

La nueva política establece un límite de 360 CUP (aproximadamente 15 USD / 287 MXN) para recargas mensuales, lo que apenas permite acceder a 6 GB de datos. Si alguien necesita más, deberá pagar 3,360 CUP (140 USD / 2,682 MXN) por solo 3 GB adicionales, una cifra que supera el ingreso promedio de los pensionados en la isla.

Los paquetes más grandes representan un impacto aún mayor:

• 7 GB: 6,720 CUP (280 USD / 5,364 MXN)
• 15 GB: 11,760 CUP (490 USD / 9,387 MXN)

3,360 pesos es prácticamente un salario en Cuba. Nadie que viva de un salario puede comprar un paquete de datos porque ya te quedas sin comer, sin asearte, sin nada”, declaró una joven cubana a BBC Mundo, resaltando el dilema al que ahora se enfrentan miles de ciudadanos.

El acceso a internet no solo es vital para la comunicación, sino también para el empleo y la educación. En un país con constantes apagones, muchos centros de trabajo dependen de WhatsApp para compartir información con sus empleados, quienes ahora deberán pagar cifras exorbitantes para mantenerse conectados.

“En la isla hay personas que trabajan a través de plataformas digitales y redes sociales como YouTube e Instagram. Ahora están totalmente perjudicadas”, explicó la entrevistada.

El problema también alcanza al sector educativo, donde profesores envían materiales de estudio por WhatsApp y los estudiantes requieren conexión para investigaciones y tareas. Universitarios han convocado protestas en rechazo a la medida, calificándola como una barrera al derecho a la educación.

Para muchos cubanos, internet es el único vínculo con familiares fuera del país. La falta de acceso obliga a quienes viven en el exterior a pagar recargas para que sus seres queridos puedan mantenerse en contacto.

“Nos tienen que mandar dinero, comida… y ahora también recargas para poder hablar con ellos. Es muy, muy complicado”, lamentó una ciudadana.

Las redes sociales y medios estatales como Cubadebate se han llenado de quejas contra la medida. Incluso militantes del Partido Comunista han manifestado su desacuerdo, señalando que esta política profundiza la exclusión digital.

El periodista de BBC Monitoring, Pascal Fletcher, explicó que el impacto ha sido significativo debido a que en Cuba las protestas antigubernamentales están prohibidas y la disidencia es penalizada. A pesar de ello, la indignación por el alza de precios ha generado una crisis de comunicación nacional.

Por su parte, la presidenta de Etecsa, Tania Velázquez, justificó la decisión alegando una pérdida de más del 60% en ingresos por divisas y problemas financieros internos. Sin embargo, el economista Pedro Monreal calificó la situación como una muestra de incompetencia estatal, argumentando que la exclusión digital solo acentúa la desigualdad en el país.

Mientras tanto, el acceso a internet en Cuba sigue siendo cada vez más inaccesible, dejando a miles de ciudadanos sin opciones ante una realidad económica devastadora.