Investigadores identificaron 400 genes asociados con el envejecimiento acelerado, ahora buscarán terapias para ralentizarlo

Investigadores identificaron 400 genes asociados con el envejecimiento acelerado, ahora buscarán terapias para ralentizarlo

Una nueva investigación dirigida por la Universidad de Colorado Boulder, en la que participa un equipo internacional de coautores, identificó más de 400 genes asociados con el envejecimiento acelerado en siete subtipos diferentes. El estudio revela que diferentes grupos de genes subyacen a distintos tipos de envejecimiento alterado, también conocido como fragilidad, que abarcan desde el deterioro cognitivo hasta problemas de movilidad y aislamiento social.

El estudio se centra en la “fragilidad”, un término general para el “deterioro fisiológico multisistémico” que a menudo acompaña al envejecimiento. Más del 40% de los adultos estadounidenses mayores de 65 años se consideran frágiles.

Los médicos suelen evaluar la fragilidad mediante un índice de 30 puntos que mide aspectos como la velocidad al caminar, la fuerza de agarre, el número de enfermedades diagnosticadas y la actividad social. El equipo realizó un “estudio de asociación de todo el genoma”, es decir, analizaron el ADN y la información de salud de cientos de miles de participantes en el Biobanco del Reino Unido y otros conjuntos de datos públicos para ver qué genes estaban asociados con estos 30 síntomas de fragilidad.

Identificaron 408 genes asociados con el envejecimiento acelerado/fragilidad. Descubrieron que algunos genes estaban fuertemente vinculados a ciertos subtipos de envejecimiento no saludable, entre ellos: “discapacidad”, “mala cognición”, “problemas metabólicos”, “enfermedades múltiples”, “estilo de vida generalmente poco saludable” y “apoyo social limitado”.

Los autores imaginan un día en el que las personas podrían obtener una “puntuación de riesgo poligénico”, que ofrecería una visión más detallada de a qué tipo de envejecimiento no saludable son propensos. Pero el santo grial, aseguran, sería identificar las vías moleculares que impulsan el envejecimiento y desarrollar terapias para frenarlo.

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