La Ciudad de México vivió una noche cargada de nostalgia y emoción con la proyección del histórico concierto que Juan Gabriel ofreció en el Palacio de Bellas Artes en mayo de 1990.
De acuerdo con autoridades capitalinas, más de 170 mil personas se congregaron en el Zócalo para disfrutar del espectáculo.
El Gobierno de la CDMX destacó que la proyección “provocó lágrimas y tocó los corazones” de los asistentes, quienes se reunieron para rendir homenaje al legado del icónico cantante y compositor.
El evento se convirtió en una de las concentraciones musicales más importantes registradas en los últimos meses en la capital.
A las 20:00 horas inició la proyección en una pantalla monumental instalada frente a la Catedral Metropolitana.
La organización estuvo a cargo del Gobierno capitalino en colaboración con Netflix, que participa para promocionar una nueva producción dedicada al artista.

Participación en el Zócalo
Los casi 200 mil asistentes abarrotaron la plancha del Zócalo, generando un ambiente festivo y profundamente emotivo.
Miles de personas cantaron al unísono temas emblemáticos como “Amor eterno”, “Querida”, “El Noa Noa” y “Te pareces tanto a mí”.
Muchos asistentes bailaron y grabaron con sus teléfonos celulares cada uno de los momentos proyectados, mientras familias completas acudieron para recordar la trayectoria del “Divo de Juárez”.
El espectáculo se vivió como un verdadero encuentro intergeneracional con la música de Juan Gabriel.
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Juan Gabriel llega a Netflix
La serie incluye material inédito del artista, así como entrevistas que retratan su vida, sus desafíos creativos y su impacto en la música mexicana.
El estreno de la miniserie “Juan Gabriel: Debo, puedo y quiero”, lanzada el jueves 30 de octubre generó aún más expectativa entre sus seguidores. La producción audiovisual consta de cuatro capítulos titulados “No tengo dinero”, “Debo hacerlo”, “Pero qué necesidad” y “Amor eterno”.
El homenaje masivo confirmó que, a casi una década de su fallecimiento en 2016, el legado de Juan Gabriel sigue vigente y continúa reuniendo multitudes.
La velada en el Zócalo se consolidó como un tributo colectivo al artista que marcó a generaciones enteras con su voz, su estilo y sus composiciones inigualables.

