La UNESCO reúne a artesanas mayas y peruanas en el Encuentro Binacional Textil México–Perú.

La UNESCO reúne a artesanas mayas y peruanas en el Encuentro Binacional Textil México–Perú.

Artesanas mayas mexicanas se reunieron con colegas peruanas, mediante una de las acciones de la UNESCO por la revaloración del arte tradicional y movilizar a América Latina para mejorar la condición de las artesanas y los artesanos.

Un grupo de 12 bordadoras originarias de distintos municipios del estado de Yucatán, volaron de México hacia la ciudad de Lima, Perú para encontrarse con 63 colegas artesanas de esta ciudad, Ayacucho y Cajamarca, como parte del Encuentro Binacional Textil México–Perú, organizado por la UNESCO México y la UNESCO Perú, con el apoyo de Fundación Banorte, LATAM Airlines Perú y la Secretaría de la Cultura y las Artes de Yucatán.

Las artesanas señalaron que el bordado es un legado cultural de valor incalculable, cada puntada guarda memoria. Cuando las manos que bordan se encuentran, las comunidades dialogan, se entrelazan y se transforman.

Para muchas, no fue un viaje sencillo, algunas no habían salido nunca de México. Otras jamás habían subido a un avión, la distancia y los trámites también han sido parte del aprendizaje.

“Es la primera vez en mis 57 años de vida que viajo en avión y además fuera de mi país. Me sentí muy nerviosa, pero también emocionada por conocer a otras compañeras y otras formas de trabajar”, mencionó Martha Elena May May, de Valladolid. Socorro Yervez, de Tahdziú, compartió: “sentí miedo porque nunca había hecho un viaje muy lejos. Lo pensé mucho porque soy mamá de dos hermosos niños pequeños. Pero, por otro lado, es una oportunidad de conocer otras culturas y dar a conocer nuestros trabajos artesanales del bordado, del xook chuy ka’ab [puntada de hilo contado]”.

Si el miedo al viaje no hubiera sido suficiente, la tierra tembló a su llegada. Un sismo de 5 grados recibió a las artesanas en Lima. “Entré en pánico, ya que jamás había sentido un temblor, pero eso no fue impedimento para que me distraiga”, dijo Beatriz del Socorro Yervez, también de Tahdziú.

Ni la distancia, ni el miedo y ni siquiera un temblor impidieron que las mujeres se encontraran. El bordado maya yucateco, con raíces prehispánicas, influencias coloniales y técnicas libanesas se reconoció con el bordado peruano, heredero de las culturas inca, ichma, wari, hispánica y la nativa de Cajamarca.

“Nos dimos cuenta de que tenemos muchas cosas en común”, apuntó Heidy Tzab, de Maní. Al igual que Elba Cabrera, de Abalá, quien explicó que “coincidimos en algunas puntadas, por ejemplo: el rococó y la puntada de hilván”.

La puntada rococó en el bordado maya yucateco es una técnica decorativa tradicional que se caracteriza por formar espirales o rizos tridimensionales, generalmente usados para representar flores; mientras que la puntada de hilván se usa para marcar contornos o preparar el diseño.

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