Por cuatro votos a favor contra uno, la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, ordenó la liberación “inmediata y absoluta” de Juana Hilda González Lomelí, presa desde hace 19 años y cinco meses por su presunta participación en el secuestro y homicidio de Hugo Alberto Wallace Miranda, hijo de la fallecida activista Isabel Miranda de Wallace.
Los magistrados consideraron que González Lomelí sufrió violaciones al debido proceso y actos de tortura durante el procedimiento penal. En un comunicado, el Instituto Federal de Defensoría Pública señala: “La confesión de Juana Hilda no fue libre ni voluntaria, sino obtenida mediante presiones, intimidaciones y amenazas, en un contexto de arraigo. Por ello, se declaró la nulidad de su declaración y de cualquier otra prueba derivada con violación a sus derechos humanos”.
Según la acusación de las autoridades, Hernández Lomelí habría engañado a Hugo Alberto haciéndolo creer que tenía interés en él para llevarlo a un departamento, donde sería secuestrado, asesinado, desmembrado y posteriormente los restos se habrían desechado en aguas negras. Juana Hilda González Lomelí, quien había sido sentenciada a casi 79 años prisión por su supuesta participación en el secuestro de Hugo Alberto Wallace Miranda, queda libre con efecto inmediato.
Esta sentencia abre la puerta a que otros procesados por este mismo caso puedan obtener su libertad, como Cesar Freyre Morales y los hermanos Alberto y Tony Castillo, quienes mantienen un amparo frenado que con esta determinación podrían conseguir su libertad. Además de Brenda Quevedo Cruz y Jacobo Tagle Dobín, aún procesados.