Los Bazucazos de Ubaldo Díaz

Las denuncias de Alito, y el fútbol de Adán
Por Ubaldo Díaz Matín

La Presidenta Claudia Sheinbaum no se iba a aguantar de todas las denuncias que ha interpuesto el líder nacional del PRI, Alejandro Moreno “Alito” por narco-políticos y narco-gobierno, no solo en México que tienen controlado, sino al exterior, principalmente en el gobierno de Donald Trump, el principal acusador.

Las denuncias les ha dolido, sobre todo al ex Presidente López Obrador junto con su hijo, el famoso Andy López Beltrán, además contra Adán Augusto López, coordinador de los senadores de Morena, por aquello del cártel de La Barredora.

En ese paquete se fue también una denuncia contra la gobernadora de Campeche, Layda Sansores.

Bueno, la noticia de la semana fue la represalia o venganza de la señora Presidenta y ejecutada por la señora gobernadora de Campeche, Layda Sansores que iniciaron el proceso de expropiación, a la mala, de terrenos propiedad de Alito y su mamá.

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Ahora vemos que el tan proclamado combate a la corrupción, que constituyó el eje del movimiento obradorista y que, en base “a los otros datos”, declaró misión cumplida en las conferencias mañaneras, con todo y pañuelito blanco agitado, no pasó de ser una promesa de campaña, alarmantemente incumplida.

Algunos se sorprenden ante los casos de corrupción que se han descubierto y, en defensa, alegan que se trata de campañas mediáticas orquestadas por la “derecha conservadora” que busca desprestigiar a la 4T. Sin embargo, ante las evidencias, a las autoridades actuales no les queda más remedio que actuar, investigar y aplicar la ley.

Desde hace varias semanas, los reflectores se han concentrado en uno de los personajes destacados del gobierno pasado, Adán Augusto López. Una corcholata que no prosperó y a quién su paisano, Andrés Manuel López Obrador, le ofreció, como premio de consolación, la Coordinación de la bancada morenista en el Senado. Una designación que, en la ortodoxia sucesoria, le correspondía a la mandataria entrante, pero que el saliente decidió arrogarse, así como otras nominaciones más, para asegurar la continuidad de su proyecto político.

Pues resulta que Adán Augusto, ex gobernador, actual líder del grupo parlamentario de Morena en el Senado, cargos todos por gracia de su paisano, dejó sentir, desde el inicio del gobierno de la Presidenta, que a la Mandataria no le debía nada. En lo que tenía algo de razón, aunque olvidando que, en nuestro sistema presidencialista, la titular del Ejecutivo es y será la jefa durante todo su gobierno.

En sus tiempos de gobernador, decidió nombrar como secretario de Seguridad Pública a Hernán Bermúdez Requena, a quien conocía de tiempo atrás. Este personaje, mezcló sus actividades oficiales con las delincuenciales del grupo criminal, “La Barredora,” que él mismo encabezaba.

El senador niega rotundamente haber conocido el lado oscuro de su subalterno. Algo difícil de creer, cuando filtraciones de Guacamaya Leaks, al interior de la Secretaría de la Defensa, en 2021, hablan de informes de inteligencia militar que relacionan a Bermúdez con actividades delictivas de “La Barredora”. Inclusive antes, en 2019, había sido sujeto a investigación por delitos de extorsión y secuestro exprés en contra de un empresario gasolinero.

Las cosas se le han complicado al senador y, al estilo del de Macuspana, ha doblado la apuesta. Tras una investigación periodística sobre ingresos no declarados y discrepancias entre sus declaraciones fiscales y patrimoniales de los años 2023 y 2024, el tabasqueño reconoció haber tenido ingresos por casi 80 millones de pesos, por concepto de “servicios profesionales” prestados a empresas contratistas durante su gobierno, además por productos de una herencia en dólares.

Dice ser el notario público de mayor éxito en la historia de Tabasco, además de ser ganadero, arrendatario y accionista en sociedades mercantiles. En fin, todo un ciudadano y exfuncionario modelo, según se auto califica. Después del tiradero que dejo con Hernández Requena, en Tabasco toda la gente habla de los atropellos que hacía entre la población y hoy no puede decir que ignoraba las tropelías de su secretario de Seguridad, quien hoy duerme en Almoloya y ahí podría pasar varios años si se aplica la ley correctamente.

O sea que cuando los Morenos son gobierno ven para otro lado, cuando hay delincuencia, pero siguen acusando al panista Calderón de haber protegido a García Luna.

Y cacharon, con los ojos en la la pantalla, una vez más, al líder de los senadores, Adán Augusto entretenido en un partido de fútbol cuando estaba la comparecencia del secretario de Hacienda, Edgar Amador. Atenta la presidenta de la Mesa Directiva, la morenista, Laura Itzel Castillo, mientras qué en el pleno, el mandamás disfrutaba el partido en su tableta.

Basta recordar que Adán Augusto, que ya se las sabe, en las sesiones importantes de los encuentros de personalidades, manda cerrar los espacios de galeras, en la parte de atrás de su curul para evitar que vean lo que está en su celular o tableta. Pero ayer le falló y los paparazzi, desde el balcón con sobrada vagancia, simplemente lo agarraron otra vez.

ubaldodiazmartin@hotmail.com