Antonio del Valle Ruiz, empresario mexicano y expresidente de Mexichem —hoy Orbia Advance Corporation—, consolidó una de las fortunas más importantes de México, estimada en 2,900 millones de dólares en 2025. Reconocido por su perfil discreto, transformó una empresa familiar en un conglomerado global con presencia en más de 40 países, convirtiéndose en un magnate de gran influencia pero fuera de los reflectores mediáticos.
Tras su fallecimiento, su legado económico se distribuyó entre sus seis hijos, quienes participan activamente en la gestión del Grupo Kaluz, el holding familiar que concentra las inversiones en sectores como química, construcción, energía y servicios financieros. A través de este grupo, la familia mantiene su control sobre Orbia Advance Corporation y otras empresas estratégicas, asegurando la continuidad del imperio fundado por del Valle Ruiz.
Aunque no todos los herederos son figuras públicas, su incorporación en consejos de administración y decisiones clave garantiza que la visión familiar siga vigente en los negocios. A diferencia de otros magnates mexicanos que buscan notoriedad, los Del Valle Ruiz han mantenido una estrategia de discreción, conservando su influencia económica sin exposición mediática.
El Grupo Kaluz se ha consolidado como la piedra angular del legado familiar, asegurando que las próximas generaciones continúen liderando uno de los conglomerados industriales más relevantes de México y fortaleciendo la fortuna construida por Antonio del Valle Ruiz.