Este 10 y 11 de junio, el cielo nocturno regalará un espectáculo especial: la Luna de Fresa, la última luna llena de la primavera antes del solsticio de verano. Aunque su nombre sugiere un tono rojizo, su origen está ligado a antiguas tradiciones de los Algonquinos, un pueblo nativo de Norteamérica.

¿Por qué se llama Luna de Fresa?

El nombre proviene de las tribus algonquinas, quienes utilizaban la luna llena de junio como referencia para la cosecha de fresas silvestres en el hemisferio norte. Este término fue adoptado por el Almanaque del Granjero (Farmer’s Almanac) y se ha popularizado en calendarios astronómicos modernos.

En otras culturas, la luna llena de junio ha recibido diferentes nombres:

• Luna de Miel en Europa, asociada a antiguas celebraciones matrimoniales.
• Luna de Siembra en comunidades agrícolas, por marcar el inicio de la temporada de cultivo.
• Luna de Rosas, en referencia a la floración de ciertas especies en esta época.

Aunque no cambia de color, la Luna de Fresa puede adquirir tonalidades doradas o anaranjadas si aparece cerca del horizonte, debido a la dispersión de la luz en la atmósfera terrestre. Este año, será la luna llena más baja en el horizonte en casi 20 años, lo que hará que se perciba más grande y con tonos cálidos.

¿Cuándo y cómo verla?

• Fecha: Desde la noche del 10 de junio hasta la madrugada del 11 de junio.
• Hora de mayor esplendor: 01:43 a.m. (hora del centro de México).
• Mejor ubicación: Lugares con cielos despejados y baja contaminación lumínica.
• Consejos: Usar binoculares o telescopio para apreciar detalles y activar el modo noche en la cámara para capturar imágenes espectaculares.

Este fenómeno no volverá a repetirse hasta 2043, por lo que es una oportunidad única para disfrutar de la belleza de nuestro satélite natural.