Mark Carney rechaza la propuesta de Trump: “Canadá nunca estará a la venta”

Mark Carney rechaza la propuesta de Trump: “Canadá nunca estará a la venta”

El primer ministro de Canadá, Mark Carney, y el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sostuvieron su primer encuentro oficial en la Casa Blanca este martes, en medio de una relación bilateral tensa debido a los aranceles impuestos por el mandatario estadounidense a su vecino del norte.

Carney, quien llegó al poder con una firme postura en contra de Trump, dejó claro que Canadá no está dispuesto a considerar una posible anexión a Estados Unidos, a pesar de la retórica del presidente, quien ha insistido en que el país debería convertirse en el estado número 51.

Cuando los medios preguntaron a Trump sobre su intención de anexar Canadá, el presidente respondió con ambigüedad: “Se necesitan dos para bailar el tango”, evitando profundizar en el tema. Sin embargo, enlistó los beneficios que, según él, los canadienses recibirían si el país se uniera a Estados Unidos.

Carney no tardó en responderle: “Como sabe, en el sector inmobiliario hay lugares que nunca están a la venta. Estamos en uno ahora mismo… No está a la venta. Canadá nunca estará en venta”, afirmó el primer ministro, dejando clara su posición.

Trump, fiel a su estilo, replicó con una frase provocadora: “Nunca digas nunca. Ya veremos qué pasa con el tiempo”, insinuando que la idea podría retomarse en el futuro.

La relación entre ambos países ha estado marcada por una intensa guerra comercial. Estados Unidos es el mayor mercado para las exportaciones canadienses, representando cerca del 75% de sus envíos al exterior, mientras que Canadá absorbe solo 17% de las exportaciones estadounidenses.

A pesar de su fuerte dependencia comercial, Trump ha impuesto aranceles del 25% sobre productos canadienses, incluyendo impuestos al aluminio y acero. Canadá, en respuesta, implementó gravámenes por 42.000 millones de dólares a productos estadounidenses.

Trump ha minimizado la importancia económica de Canadá, afirmando que su país “no necesita ni quiere” los bienes que vende su vecino, incluyendo automóviles y petróleo.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *