
Más del 90 por ciento de los pacientes hospitalizados en México reciben algún tipo de tratamiento intravenoso.
Sin embargo, la falta de protocolos clínicos estandarizados en la colocación y manejo de catéteres es una seria amenaza para la salud pública. Tan solo en 2023, más de 4,400 casos de infecciones hospitalarias estuvieron directamente relacionados con el mal uso de estos dispositivos, de acuerdo con datos oficiales.
Ante esta realidad, expertos reunidos en la 4ª Cumbre Latinoamericana de Terapia Intravascular hicieron un llamado urgente para aprobar el Proyecto de Norma Oficial Mexicana PROY-NOM-045-SSA-2024, iniciativa que podría reducir hasta en un 50 por ciento las Infecciones Asociadas a la Atención de la Salud (IAAS), particularmente aquellas vinculadas al uso de accesos intravenosos.
La situación es crítica: mientras que en México la tasa de infecciones hospitalarias alcanza el 10 por ciento de los pacientes, en países como Estados Unidos es de 3.7 por ciento. Estas infecciones no solo amenazan la vida del paciente, también alargan las estancias hospitalarias entre 7 y 15 días, con costos que oscilan entre 50 mil y millones de pesos por caso, sin considerar el impacto económico por pérdida de productividad laboral.
El proyecto de norma -analizado por la Asociación Mexicana para el Estudio de las Infecciones Nosocomiales (AMEIN) y la empresa Becton Dickinson (BD)-, establece criterios obligatorios para prevenir riesgos graves como sepsis o bacteriemias. Además de salvar vidas, el cumplimiento de esta norma tendría un efecto positivo en la lucha contra la resistencia antimicrobiana, al evitar el uso innecesario de antibióticos frente a infecciones prevenibles.
De aprobarse, la nueva norma será de cumplimiento obligatorio para todas las instituciones de salud del país, públicas y privadas, bajo supervisión de COFEPRIS y el Consejo de Salubridad General.