
México está al borde de una crisis energética, se han agotado el 88% de las fuentes fósiles explotables: UNAM
La dependencia de México en materia de recursos no renovables es superior al promedio mundial y de Latinoamérica, toda vez que, en la oferta interna bruta de energía en 2023, los combustibles fósiles representaron 88 por ciento, la energía verde 10 por ciento y la nuclear dos por ciento, destacó el investigador del Instituto de Geociencias de la UNAM, Luca Ferrari.
A futuro México enfrenta una crisis pues la dependencia energética de combustibles fósiles, “es inviable porque hemos consumido 88 por ciento del petróleo que podemos extraer con seguridad”, argumentó el investigador.
Al participar en el Seminario Institucional del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático (ICAyCC) de la UNAM, con el tema Escenarios energéticos para México a 2050: alternativas post-crescentistas para atender la crisis civilizatoria, el científico reconoció:
Si bien en la nación ha disminuido la dependencia de refinados, la importación de gas natural, con el que se produce 63 por ciento de la electricidad nacional, “es grave”. Además, la energía eléctrica se genera con fuentes fósiles en 75.6 por ciento; con las renovables en 21 por ciento y con la nuclear 3.4 por ciento.
De acuerdo con el experto, en la nación casi la mitad de la energía se gasta en transporte; 30.2 por ciento en la industria; 18.5 por ciento, uso residencial, comercial y público; y 3.5 por ciento en el ámbito agropecuario.
“Y aquí entra el tema de la falta de soberanía energética. Desde 2015 somos importadores netos de energía: exportamos petróleo, pero importamos gasolina, diésel y gas natural”. El déficit fue de 26 por ciento hace dos años.
Al referirse a la relación con la inequidad en el consumo y emisiones contaminantes, dijo que el decil (método cuantitativo) de la población de mayores recursos gasta y emite 10 veces más que la más pobre. “Mientras una minoría hace un gran dispendio energético, 28 millones cocinan con leña, 10 millones no tienen acceso adecuado a electricidad y 40 millones viven pobreza energética”.