
Miscelánea, salud y política
Prevenir lapsus catastróficos
El mundo tal como lo hemos creado es un proceso de nuestro pensamiento. No se puede cambiar sin cambiar nuestra forma de pensar: Albert Einstein.
Tiempos difíciles vive el mundo amenazado por el embate de ideologías sectarias, en búsqueda del poder supremo recurren a narrativas en las que desvirtúan la verdad, los líderes populistas cuidan solo la aprobación de sus bases electorales.
No importan los derechos humanos de millones de trabajadores migrantes perseguidos como criminales; la muerte de pueblos invadidos como Ucrania, ni el exterminio en Gaza de miles de civiles palestinos, ni la pérdida de vida de soldados de las superpotencias. ¿Estamos en el fin de la era del multilateralismo?
En los Ángeles, California se escenifica una triste historia que podría sumarse a los anales cada vez más vastos de abusos de poder, en este caso el enemigo figurado y exaltado por Trump y su gobierno son los trabajadores migratorios. Residentes -legales o no- de Los Ángeles California, hombres, mujeres, niñas y niños son estigmatizados por consignas racistas por su color de piel, su idioma y su necesidad.
Aceptados por ser trabajadores de alto rendimiento y disponibilidad para realizar tareas que “hasta los negros rechazan”, dijo alguna vez sin ambages el entonces presidente Ernesto Zedillo, lo que provocó la reprobación unánime de una sociedad hipócrita. Ahora son deportados como invasores, criminales violentos.
En hechos todavía no aclarados, pero que podrían haber sido un montaje en la cuna de la cinematografía: como protagonistas de película de Hollywood, unos migrantes latinos enmascarados, con seguridad de equilibristas, se plantaron sobre capotas de automóviles blandiendo la bandera de México incitaron a la rebelión; otros incurrieron en actos vandálicos de quema de vehículos.
De esta manera se pretende “justificar” una emergencia nacional y usar las fuerzas armadas para someter a los que llamó Trump ” invasores”, y su equipo de gobierno, desde el viernes 6 de junio arreció las redadas de agentes ICE (Servicio de Inmigración y Control de Aduanas) con el apoyo escalonado de dos mil efectivos de la Guardia Nacional, 700 Marines y más elementos destacamentados.
Para Gavin Newson, gobernador de la ciudad estadounidense con mayor número de mexicanos en la Unión Americana, la acción constituye un abuso de poder, ya que es injustificable el uso de tropas federales en operativos migratorios en una ciudad como Los Ángeles . Demandó la intervención de los Tribunales y el Congreso para detener los riesgos de destrucción del sistema democrático y el equilibrio entre poderes.
En la red “X”, el gobernador Newson, demócrata antagónico a Trump, apuntó: DESPIERTA, en clara alusión al ciudadano estadounidense. Mientras tanto continúa in crescendo la inhumana cacería de migrantes de otros estados de EEUU, son expulsados del país que ayudaron a construir, como enemigos, separados de su familia y el hogar construido con sudor y lágrimas, literal sin alegoría alguna.
Sin embargo, la realidad es que la autocracia se enquista en el poderoso vecino del norte al igual que en nuestros lares.
Trump ignora o desacata fallos de Tribunales de Justicia, hasta ha amenazado a jueces que contrarían sus órdenes con llevarlos a juicio. Sus seguidores, a favor de la supremacía blanca, ignorantes de las leyes, aplauden y consideran que ningún juez puede limitar al poder presidencial, apoyado por millones de electores.
Acá todavía no concluye el desaseado proceso electoral de funcionarios del Poder Judicial, pero sobran evidencias de que fue sólo un golpe de estado técnico, para que nuestra autocracia morenista de segundo piso no tenga contrapesos ni límites. La prueba de esto está en los acordeones elaborados por el oficialismo y su concordancia con los resultados electorales dados a conocer a la fecha.
Los gobiernos conservan similitudes en eso de ignorar a la oposición, desdeñar la búsqueda de consensos democráticos, sólo los tambores de guerra parecen despertar al sátrapa. La asimetría entre México y Estados Unidos genera temores entre los débiles.
Cómo interpretar el inmediato rechazo de nuestra presidente Claudia Sheinbaum a la acusación de Kristi Noem, secretaria de Seguridad de haber alentado las protestas violentas de los connacionales.
Cierto que la mandataria mexicana llamó a los migrantes a la resistencia y a manifestarse en contra del incremento al pago de impuestos a las remesas que envían a México, lo que finalmente ocurrió.
Es cierto, nunca llamó a realizar protestas violentas. Luego de la acusación, con humildad inusual y excesiva informó que sus declaraciones están en su “X” por si quieren verificarlas. La presidente en un deslinde innecesario acusó a la oposición de malinterpretar sus dichos.
La verdad es que mientras más confianza gana nuestra presidente, como que quiere parecerse más al expresidente López Obrador y comete con mayor frecuencia lapsus linguae o gestuales y algunos excesos verbales, pero AMLO para sus huestes es el amado líder, a quien todo se le perdona, a quien nunca se le pidió veracidad, congruencia ni coherencia.
Si embargo, a ella sí se le puede exigir más, pues además de ser la primera mujer en ocupar ese puesto, llegó a la presidencia como “la científica”, y no es para menos al contar con un doctorado académico, ser egresada de la UNAM y hablar inglés, entre otras cualidades.
Ha transcurrido menos de la décima parte de su mandato, quizá sea momento de requerir una asesoría profesional urgente en el manejo de su imagen presidencial para evitar que su pasado la traicione, recordemos que además de ser la alumna más aventajada de AMLO, fue líder estudiantil universitaria y exguerrillera del M19, según el presidente colombiano Gustavo Petro.
Muchos presidentes al inicio de su sexenio requirieron asesoría, pese a todo su poder no son perfectos, son seres humanos vulnerables. Tampoco el tema es menor, un lapsus inconsciente de identidad frente a nuestro poderoso y agitado vecino podría ser catastrófico.
Haciendo memoria: hubo quien solucionó su problema haciendo que el Estado Mayor Presidencial en actos fuera de Los Pinos cargara un bloque de madera para elevar el pódium y alcanzar el atril; más de dos recibieron clases de personalidad para caminar y desenvolverse con prestancia masculina; un expresidente con hablar ranchero recibió clases de oratoria, etcétera.
Como dijo Confucio 500 años a.C.: “Las personas que no se dan cuenta de sus errores, difícilmente cambian”.