Mujeres en Ecatepec restauran el tejido social a través del deporte, la resiliencia y la solidaridad

Mujeres en Ecatepec restauran el tejido social a través del deporte, la resiliencia y la solidaridad

Ecatepec, Estado de México, 24 de mayo.– En uno de los municipios más desafiantes del país en materia de seguridad y violencia de género, niñas, adolescentes y mujeres están cambiando la historia a través del fútbol. Con sólo 12 años, Estrella Guzmán ha encontrado en la cancha un espacio de libertad, fuerza y alegría.

“Con el fútbol soy más yo. Aquí expreso todo lo que siento. Soy más feliz jugando y me olvido de todos mis problemas”, asegura la joven jugadora que entrena en la Cancha Violeta, ubicada en San Pedro Xalostoc, una comunidad marginada del municipio de Ecatepec de Morelos.

Estrella recuerda cómo al principio fue blanco de burlas por ser mujer y querer jugar. Hoy, esa discriminación se ha transformado en empoderamiento: “Ahora creo que sí puedo, y que todas las mujeres pueden cumplir sus sueños”.

Cancha Violeta es mucho más que un espacio deportivo: es un proyecto comunitario que fomenta el respeto, la igualdad de género y la construcción de redes de apoyo entre mujeres y jóvenes, a través del deporte. En sus entrenamientos no sólo se practica fútbol femenil, también se impulsa el fútbol mixto como herramienta de inclusión.

“Aquí no hay machismo. Jugamos todos y todas con respeto”, dice Estrella, mientras que Aldo Huerta, de 17 años y también habitante de San Pedro Xalostoc, coincide en que este espacio lo ha ayudado a reflexionar sobre sus ideas sobre género: “Las mujeres son muy buenas en el fútbol y también aprendemos de ellas”.

En el marco del Día Mundial del Fútbol (25 de mayo), Aldo lanza un mensaje a quienes aún piensan que este deporte es exclusivo de los hombres: “Todas las mujeres tienen el mismo derecho a practicarlo. Ojalá más niñas se sumen y no escuchen comentarios negativos. Las mujeres son lo de hoy”.

Salud emocional y derechos de las mujeres: un doble golazo

Además de promover la igualdad, Cancha Violeta se ha convertido en un centro comunitario donde se trabaja la salud mental y se atienden casos de violencia. Dominic Ibáñez, de apenas 6 años, llegó al proyecto tras la pérdida de su abuelo, su figura paterna. Su abuela, Yolanda Martínez, relata cómo el fútbol lo ayudó a superar la depresión.

“Dominic no sabía ni patear un balón. Ahora juega, mete goles y sueña con ser como Ronaldo o Messi. El fútbol le dio una razón para levantarse cada día”, dice emocionada Yolanda, quien además toma clases de yoga gratuitas mientras su nieto entrena.

El apoyo no se limita a lo deportivo. Cancha Violeta ha implementado protocolos para canalizar y acompañar casos de violencia física, psicológica o sexual, y ofrece clases de salud socioemocional para niñas, niños y adolescentes.

“Les ayudamos a entender lo que sienten, a mejorar su autoestima y a identificar lo que ocurre en su entorno y en casa”, explica Tania Arenas Morales, psicoterapeuta encargada de los talleres emocionales. El acompañamiento integral también incluye servicios como guarderías durante los torneos, atención médica ocasional y jornadas con mastografías móviles.

Perla y Nallely: las arquitectas de un sueño violeta

Cancha Violeta nació de la alianza entre dos mujeres comprometidas con los derechos humanos. Perla Acosta, directora de la organización civil Más Sueños, y Nallely Arenas, activista y directora de Mujeres Ecatepenses por los Derechos Humanos, unieron fuerzas en 2019 para lanzar el Torneo Violeta, con la idea de usar el fútbol como motor de cambio.

Lo que comenzó como un evento deportivo se convirtió en un movimiento social de gran impacto. “En el primer torneo llegaron casi 40 equipos. Nos dimos cuenta de que había una necesidad urgente de recuperar el espacio público y crear comunidad”, recuerda Perla.

En la cancha conviven y juegan mujeres de todas las edades, así como personas trans y queer. “Aquí nadie se queda fuera. Es un espacio libre de violencia, donde el fútbol sirve para construir tribu”, señala Perla.

Nallely destaca el impacto profundo que ha tenido el proyecto: “Ahora niñas y niños relacionan el violeta con igualdad, lucha y comunidad. El deporte ya no se ve como algo ajeno, sino como un derecho que todas y todos pueden ejercer”.

La Cancha Violeta, construida con tecnología sustentable gracias al apoyo de la organización Lovefutbol y Adidas, se ha vuelto un ícono en San Pedro Xalostoc. Está hecha de caucho y diseñada para evitar encharcamientos, lo que la hace funcional durante todo el año. La comunidad ya se ha apropiado del espacio, y pronto las paredes del deportivo también serán pintadas de violeta.

Este año, Más Sueños se afilió a la iniciativa global de la ONU “Fútbol por los Objetivos”, sumándose a una red internacional comprometida con los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Perla y Nallely coinciden: “La Cancha Violeta es pionera en México y puede ser la semilla para un futuro con más justicia, igualdad y esperanza”.

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