La participación de las mujeres en la Secretaría de Marina-Armada de México (Semar) ha sido una historia de avances paulatinos pero firmes, marcando hitos significativos en la vida institucional y en la historia naval del país. Hoy, esta institución cuenta 18,000 mujeres que representan aproximadamente el 24% del personal que integra las filas.

El primer antecedente documentado se remonta a 1942, cuando la Marina abrió convocatorias para el servicio de Sanidad Naval, incluyendo mujeres como enfermeras y afanadoras. Fue un primer paso que, con los años, permitiría a las mujeres ascender en el escalafón naval.

En la década de los sesenta, se comenzaron a contratar oficinistas en la Dirección General de Seguridad Social, y posteriormente se integró personal técnico y profesional con diferentes grados jerárquicos.

En 1961, la Armada fundó la Escuela de Enfermería Naval en Veracruz, marcando una etapa clave para la profesionalización femenina. Más tarde, en 1982, dos mujeres realizaron el Curso Básico de Paracaidismo Militar, abriendo camino a nuevas oportunidades. Una de ellas, la cirujano dentista Clara Edith Hernández Santiago, alcanzó en 1989 el grado de Contralmirante del Servicio de Sanidad Naval, siendo la primera y única mujer en lograrlo hasta la fecha.

La primera mujer en embarcarse fue una Teniente de Corbeta del Servicio de Ingenieros, en 1975, durante un crucero científico en el buque oceanográfico Virgilio Uribe. Desde entonces, ingenieras y especialistas en oceanografía han tenido mayor acceso a operaciones marítimas.

En los años ochenta y noventa, se incorporaron más mujeres a la Escuela Médico Naval, y algunas realizaron cursos de paracaidismo junto a sus compañeros. En este mismo periodo, la teniente Karmina Cortés, cirujano dentista, se convirtió en la primera mujer piloto aviador naval.

Entre 2004 y 2006, se implementó un curso especial de integración para capitanas y oficiales mujeres. En 2008, se formó a un grupo en buceo básico femenil. En 2010, la Semar permitió el ingreso de mujeres a la Infantería de Marina para desempeñar tareas de revisión en puestos de seguridad, y en 2011, se graduó la primera mujer en Fuerzas Especiales.

Para 2013, ya había seis Capitanas de Navío, y cientos de mujeres en otros rangos. Aquel año, las mujeres representaban casi el 16% del total de efectivos navales.

La participación femenina en la Semar no sólo ha crecido en número, sino también en impacto. Su presencia en tareas operativas, científicas, administrativas y técnicas demuestra un compromiso sólido con la equidad y el desarrollo institucional.

Con una trayectoria de más de 80 años, las mujeres de la Marina continúan demostrando capacidad, disciplina y vocación de servicio al país.

La SEMAR promueve la igualdad de género y la inclusión a través de la Unidad de Promoción y Protección de los Derechos Humanos, que implementa campañas y programas de sensibilización. Sin embargo, no se cuenta con registros específicos sobre la orientación sexual de los aspirantes o cadetes, ya que la institución se enfoca en garantizar un ambiente de respeto y equidad para todos sus miembros.