
Necesario reforzar el combate al uso y tráfico de drogas con un enfoque global y coordinado ante el empoderamiento de traficantes, advierte la ONU
La inestabilidad mundial agrava el impacto social, económico y de seguridad del fenómeno mundial del tráfico y consumo de drogas lo que aumenta los retos para abordar el fenómeno, mientras se empoderan los grupos de la delincuencia organizada y se catapulta el consumo de drogas a niveles históricamente altos, afirma la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) en su informe Mundial sobre las Drogas, presentado este vierne 27 de junio en Viena, Austria.
“Esta edición del Informe Mundial sobre las Drogas muestra que los grupos delictivos dedicados al tráfico de drogas continúan adaptándose, explotando las crisis y teniendo en la mira a las poblaciones en mayor situación de vulnerabilidad,” mencionó Ghada Waly, Directora Ejecutiva de UNODC.
“Debemos invertir en prevención y abordar las causas raíz del tráfico de drogas en todas las etapas de la cadena de suministro. Debemos reforzar las respuestas, aprovechando la tecnología, fortaleciendo la cooperación transfronteriza, proporcionando medios de vida alternativos y tomando acciones desde la justicia para combatir a los responsables que impulsan las redes ilícitas del tráfico de drogas. Mediante un enfoque coordinado e integral, podemos desmantelar a las organizaciones criminales, reforzar la seguridad global y proteger a nuestras comunidades.”
El costo social por no abordar los trastornos vinculados con el uso de drogas es elevado – casi medio millón de muertes y 28 millones de años de vida saludable se perdieron por discapacidad y muertes prematuras (AVAD) en 2021. Se calcula que sólo una de cada 12 personas con trastornos por consumo de drogas recibió algún tipo de tratamiento en 2023. Factores como las políticas públicas contextualizadas y la disponibilidad de servicios de salud y sociales basados en la evidencia pueden ayudar a mitigar el impacto del consumo de drogas en las personas y las comunidades.
Con 244 millones de usuarios, el cannabis continúa siendo la droga más utilizada, seguido de los opioides (61 millones), las anfetaminas (30.7 millones), la cocaína (25 millones) y el éxtasis (21 millones). Los nuevos grupos de personas en situación de vulnerabilidad que huyen de la inestabilidad y el conflicto podrían hacer que estas cifras incrementen, advierte el Informe.
La producción, incautaciones y consumo de cocaína alcanzaron nuevos máximos en 2023, convirtiéndose en la droga ilícita con mayor crecimiento de mercado. La producción ilegal se disparó a 3,708 toneladas, casi 34% más que en 2022. Las incautaciones mundiales alcanzaron un récord de 2,275 – lo que supone un aumento de 68% con respecto a 2019-2023. El consumo creció de 17 millones de usuarios en 2013 a 25 millones en 2023.
El Informe también señala que los traficantes de cocaína están encontrando nuevos mercados en Asia y África, y la violencia y competencia que caracterizan el tráfico ilícito de la cocaína, antes confinado a América Latina, se está extendiendo a Europa Occidental a medida que los grupos de delincuencia organizada de los Balcanes Occidentales aumentan su influencia en el mercado.
Por lo que respecta al uso, producción y tráfico de drogas sintética, el documento indica que que debido a los bajos costos de operación y reducidos riesgos de detección en las rutas de tráfico, el mercado de drogas sintéticas se expande velozmente a nivel mundial, predominando los estimulantes de tipo anfetamínico (ETA) como la metanfetamina y la anfetamina (incluido el captagon). Las incautaciones de ETA alcanzaron un máximo histórico en 2023 y representaron casi la mitad de las incautaciones globales de las drogas sintéticas, seguidas de los opioides, incluido el fentanilo.
informe completo https://www.unodc.org/unodc/en/data-and-analysis/world-drug-report-2025.html