Desde las primeras horas de este martes un fuerte operativo policiaco empezó en las favelas de Río de Janeiro; helicópteros, vehículos blindados y drones irrumpieron en los complejos de Alemão y Penha, dos de las mayores favelas de esa ciudad, en una ofensiva dirigida contra la banda conocida como el Comando Vermelho, una de las organizaciones criminales más poderosas de Brasil. El balance es de 64 muertos, entre ellos cuatro policías, y más de 80 detenidos.
La operación comenzó antes del amanecer con bloqueos vehiculares en las autopistas que rodean los complejos y el cierre de avenidas estratégicas. Helicópteros sobrevolaron las favelas desde la noche anterior, mientras vehículos blindados rompían barricadas de neumáticos incendiados. Drones detectaron movimientos y guiaron el avance de 2,500 agentes por las callejuelas estrechas.
Se incautaron 42 fusiles de alto calibre y detuvieron a 81 personas. La policía contó con la participación de 30 vehículos blindados, dos helicópteros, drones de reconocimiento y ataque, y diez vehículos de demolición para abrir paso por rutas obstruidas.
El principal objetivo de la operación era Edgar Alves de Andrade, alias “Doca” o “Urso”, señalado por la Fiscalía brasileña como jefe regional del Comando Vermelho en el conjunto de favelas de Penha. Nacido en Paraíba en 1970, Doca acumula más de un centenar de causas judiciales por homicidio, tráfico de drogas, tortura y asociación criminal.
Las autoridades lo vinculan con la coordinación del negocio del narcotráfico en Vila Cruzeiro y Morro do Sao Simao, así como con ataques a delegaciones policiales en 2025. Las autoridades mantienen una recompensa de 100 mil reales (unos 17,500 dólares) por información que conduzca a su captura.


