La Comisión Permanente del Congreso de la Unión debatió sobre las redadas migratorias por parte de la Guardia Nacional y del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE por sus siglas en inglés), de Estados Unidos, en la ciudad de Los Ángeles, California.

Al presentar el tema, el senador Gerardo Fernández Noroña, de Morena, afirmó que los connacionales pagan sus impuestos, aportan riqueza al vecino país, por lo que la imposición de un impuesto a las remesas del 3.5 por ciento, “sería una doble tributación”, pues ellos ya pagan los impuestos correspondientes, por lo que pidió a la oposición tener “compasión” con el pueblo allende las fronteras.

Señaló que en la oposición no hay la menor empatía al sufrimiento, al dolor, a la persecución, al racismo, al atropello de que están siendo objeto los hermanos y hermanas migrantes, pero que no solo eso, sino que también pareciera que lo que les interesa es que le vaya mal al país, que le vaya mal a nuestro gobierno, de ahí sus ataques a la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, quien tiene todo el respaldo del pueblo de México.

“Que haya diferencias entre nuestro movimiento y la oposición es entendible. Pero que haya diferencias en un momento tan delicado de las relaciones de nuestro país con Estados Unidos, que siempre han sido difíciles, es verdaderamente execrable. El pueblo de México apoya a su presidenta, a la compañera presidenta Claudia Sheinbaum Pardo”, dijo Fernández Noroña.

El senador Ricardo Anaya Cortés, del PAN, dijo que desde hace 141 días su fracción les advirtió de las redadas migratorias que impulsaría el gobierno de Estados Unidos, y sin embargo el gobierno mexicano lo desestimó, y dejó de apoyar a los consulados; “ahora no se actuó con profesionalismo y responsabilidad, pues llamar a las manifestaciones; “no ayuda que provoquen a los legisladores estadounidenses”.

A lo que la senadora Andrea Chávez Treviño, de Morena, respondió es mentira que la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo haya llamado a la violencia, pues hasta el presidente Donald Trump, reconoció que la presidenta ha llamado a la pacificación, a lo que la diputada Dolores Padierna Luna, de Morena, agregó que la agenda con Estados Unidos siempre ha sido compleja, y hoy el tema de la migración es lo que se tiene que atender, porque se trata de paisanos que deben de tener la garantía de sus derechos no con redadas ni deportaciones.

Manuel Añorve Baños, senador del PRI, indicó que la crisis migratoria que se vive es porque el gobierno mexicano está “atrapado” en sus contradicciones, “sumido” en la improvisación, en la confusión, en la soberbia y más “preso” de la soledad de Palacio Nacional, y cuyo costo están pagando todos los mexicanos. No es un tropiezo aislado sino un patrón de desprecio por la diplomacia, pues la política exterior no se construye en la plaza pública, sino con negociaciones en la mesa, advirtió.

Rubén Moreira Valdez, diputado del PRI, apuntó que desde su partido harán todo lo necesario para que los connacionales estén bien, y manifestó su rechazo a la política de persecución que se da en el país vecino, pero sin duda, acusó, hay que señalar las traiciones que el régimen hace con los migrantes con medidas como la disminución del presupuesto destinado para su atención, aunado a la “poca pericia” en la diplomacia internacional y por convocar a manifestaciones.

En su turno la senadora Alejandra Barrales Magdaleno, de MC, sostuvo que ante los hechos ocurridos es importante evitar la “miopía política” que impide ver el tamaño real del problema, que no es de reciente creación, sino que forma parte de una agenda que viene desde 2017, en la primera presidencia de Donald Trump, de manera que cuando están en riesgo los connacionales se tiene que actuar de forma institucional, cerrando filas y cuidando los dichos, sobre todo quienes tienen cargos públicos importantes, además de bajarle al “protagonismo”.