Política al Margen

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Charrismo subsistió con PRI, PAN ¿y Morena?

Por Jaime Arizmendi

¿Y la democracia sindical apá?… Entronizado en México desde hace más de 80 años, el caciquismo sindical ha sabido adaptarse a los cambios de gobierno, no sólo cuando había un presidente priísta cuyo partido utilizaba corporativamente a los trabajadores, porque igual sucedió con los dos panistas que alcanzaron el mando de la Nación; pero ahora prevalece con la 4T.

En 2019, con el objetivo de cerrarle el paso a los vetustos y antidemocráticos dirigentes obreros, Andrés Manuel López Obrador implementó una reforma laboral para que en los sindicatos se estableciera la verdadera democracia. Su intensión –dijo entonces–, era que, mediante el voto libre, directo y secreto los trabajadores eligieran a sus dirigentes.

En la mañanera del 7 de enero de 2020, expuso: la Reforma Laboral implica un cambio profundo y no tiene antecedentes en nuestro país porque no se ha dado la democracia sindical, salvo escasas excepciones, por lo que el gobierno federal convoca a las y los trabajadores a hacer realidad la democracia en los centros laborales y elegir libremente a sus representantes.

Además, sostuvo: mi gobierno no tiene sindicatos ni líderes sindicales preferidos. No existe el sindicalismo de Estado ni protección para persona alguna. Para acotar: si hay elecciones en el sindicato petrolero, de electricistas, de maestros, los llamo a que actúen con libertad y ejerzan sus derechos. “No sean ciudadanos imaginarios, sino verdaderos ciudadanos que ayuden a democratizar la vida pública del país”.

Incluso de su lado, Luisa María Alcalde Luján, entonces secretaria del Trabajo y Previsión Social, repuso que el 1° de mayo (de 2019) el Diario Oficial de la Federación publicó la Reforma Laboral que significa un cambio de fondo. “Deja atrás el modelo de control corporativo y establece la vía democrática como el medio para que los trabajadores elijan libremente a sus representantes…”.

Pese a todo, en muchos organismos sindicales los dirigentes se han sabido pasar por el arco del triunfo esa reforma laboral. El peor de esos casos que ofende a la inteligencia es el de los telefonistas con Francisco Hernández Juárez. Superará 52 años como dirigente sindical. Debería buscar el récord Guiness.

argondirector@gmail.com y argonmexico@gmail.com

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