
Presentan iniciativa para que se prohíba fumar en las playas y áreas naturales protegidas
Presentan en la Cámara de Diputados una iniciativa para prohibir que se fume en las playas y áreas naturales protegidas, con la finalidad de cuidar el medio ambiente, así como a los no fumadores, entre ellos a niñas, niños, personas de la tercera edad y con problemas respiratorios, y debido a que los residuos de cigarro son una de las principales fuentes de contaminación en dichos sitios.
El diputado Mario Alberto López Hernández (PVEM) impulsa una reforma a la fracción X del artículo 6 de la Ley General para el Control del Tabaco, donde subraya que es fundamental tomar conciencia de este problema y buscar soluciones efectivas para proteger al medio ambiente y la salud de todas las personas.
La iniciativa, que se turnó a las comisiones unidas de Salud, y de Economía, Comercio y Competitividad, incorpora a “las playas y las áreas naturales protegidas” como espacios cien por ciento libres de humo de tabaco y emisiones.
En la exposición de motivos precisa que no se pueden pasar por alto las graves implicaciones que el tabaquismo tiene para la salud humana, pues los fumadores no solo afectan su propia salud, sino causan impactos indirectos, como el humo de segunda mano, que perjudica a quienes están alrededor.
Destaca que según estudios de la Organización de las Naciones Unidas, cada año las tabacaleras, para producir cigarros, destrozan casi 600 millones de árboles, 200 mil hectáreas de tierra, 22 mil millones de toneladas de agua y producen 84 millones de toneladas de Co2, con lo que queda claro que esta industria no solo daña la salud humana sino estropea el medio ambiente.
Por ello, el diputado López Hernández sostiene que las tabacaleras se deben hacer responsables del daño y la destrucción que ocasionan, de ahí que esta iniciativa busca erradicar que se fume en las playas mexicanas para evitar que los animales marinos consuman los restos de los cigarrillos, pues contienen un filtro de acetato de celulosa, material plástico que tarda hasta diez años en descomponerse.
Agrega que las colillas de cigarro representan una fuente de contaminación en nuestras playas y litorales, y aunque a simple vista parecen inofensivas, estas pequeñas piezas contienen una mezcla de productos químicos tóxicos que se liberan en el agua y en la tierra a medida que se descomponen.
Al respecto, indica que las áreas protegidas son hábitats críticos para muchas especies y fumar puede contribuir a incendios forestales, que amenazan la biodiversidad y los ecosistemas, por lo que prohibir el consumo de tabaco en estas zonas contribuye a mantener un estilo de vida saludable y se fomenta un ambiente más limpio y agradable para todos.
Subraya que las playas y áreas naturales son lugares para relajarse y disfrutar de la naturaleza, en cambio la presencia de humo de tabaco puede arruinar la experiencia de otros visitantes afectando su bienestar, por lo que prohibir fumar en estos lugares refleja un compromiso con la salud pública y la conservación del medio ambiente, promoviendo una cultura de respeto hacia la naturaleza.