Tallahassee, Florida. – Una redada federal sacudió este jueves 29 de mayo una obra en construcción cerca de la Universidad Estatal de Florida, cuando más de 100 trabajadores migrantes fueron arrestados por agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), con el apoyo de la Patrulla de Carreteras de Florida (FHP).

La operación, según ICE, se realizó para ejecutar “múltiples órdenes de allanamiento” en el marco de una investigación en curso. Sin embargo, muchos de los detenidos no sabían si estaban siendo arrestados por causas específicas o simplemente por estar presentes en el sitio. Los trabajadores fueron esposados y conducidos a un autobús blanco con ventanas enrejadas, a la espera de ser trasladados a un destino no informado.

Testimonios recogidos en el lugar confirmaron la presencia de migrantes nicaragüenses, venezolanos, mexicanos y hondureños. Algunos afirmaron tener residencia permanente legal en Estados Unidos.

“Nos tratan como criminales”, dijo Gerónimo, un trabajador mexicano, desde el interior del autobús. “Ahora vamos a devolver esa energía a nuestro país”, agregó, señalando la falta de reconocimiento a la labor que realizan en el país.

Entre los detenidos estaba Faustino Macedo, padre de cinco hijos ciudadanos estadounidenses y casado con Amanda Parrish, quien observó con angustia cómo su esposo era interrogado. “Esto es lo que hubiera querido que no pasara”, dijo llorando. “No son solo inmigrantes. Tienen familia”.

Macedo llevaba 14 años trabajando para la misma empresa, no tenía antecedentes penales y se encontraba tramitando su residencia permanente. La compañía responsable de la obra, New South Systems, no ha emitido declaraciones.

Esta acción forma parte de una política migratoria endurecida en Florida, donde el gobernador Ron DeSantis ha promovido la cooperación estatal con las políticas de deportación impulsadas desde la administración de Donald Trump. Organizaciones defensoras de los derechos de los migrantes han expresado su preocupación por el trato dado a los detenidos y por el impacto de la redada en sus familias.