Estos llamados no han tenido éxito, y ocurren en un contexto en el que Tesla, una de las principales empresas de Elon Musk, se enfrenta a la caída de su fortuna mientras China, uno de sus principales mercados, ve a la empresa como un símbolo político. Recientemente, Daniel Ives, analista de Wedbush Securities y quien era de los expertos más optimistas con musk en Wall Street, dijo que el precio objetivo de las acciones de Tesla caería en 43 por ciento.
The Washington Post, portal que dio a conocer los testimonios sobre las conversaciones entre Elon Musk y Donald Trump, ve el asunto como una “ruptura” sobre uno de los puntos clave de la actual administración estadounidense, en la que Musk, el hombre más rico del mundo, invirtió cerca de 290 millones de dólares.