El Servicio de Administración Tributaria (SAT) lanzó una advertencia a los contribuyentes ante el inicio del Buen Fin 2025: compartir o prestar una tarjeta de crédito podría generar serias implicaciones fiscales. La autoridad recordó que este tipo de prácticas puede derivar en problemas legales y en revisiones no previstas.
El SAT señaló que en el Buen Fin 2025 se dispara el uso de tarjetas de crédito, lo que eleva la probabilidad de identificar operaciones inusuales o inconsistencias fiscales. Debido a este incremento de transacciones, cualquier irregularidad puede ser detectada con mayor facilidad por la autoridad.

Consecuencias de prestar tu tarjeta en el Buen Fin 2025
Además del tema fiscal, el SAT remarca que prestar una tarjeta de crédito puede afectar directamente el historial financiero del titular. Si quien usa el plástico no realiza los pagos en tiempo y forma, será el dueño de la tarjeta quien cargue con los intereses, recargos y un posible deterioro en su calificación crediticia, lo que podría dificultar la obtención de futuros créditos o financiamientos.
De igual manera, algunas instituciones bancarias pueden aplicar restricciones o anular ciertos beneficios al detectar movimientos atípicos, lo que significaría perder promociones, puntos o ventajas especiales en el Buen Fin. A esto se suma que esta práctica puede derivar en tensiones o malentendidos personales cuando surgen retrasos en los pagos o discrepancias sobre los gastos realizados.
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Sugerencias que hace el SAT
La autoridad fiscal insiste en que lo más recomendable es no compartir tarjetas de crédito, especialmente durante temporadas de alto movimiento comercial como el Buen Fin. En lugar de ello, sugiere opciones más seguras, como acompañar a la persona durante la compra o orientarla para que obtenga su propio método de financiamiento. También aconseja revisar con frecuencia los movimientos bancarios para identificar cualquier operación sospechosa y mantener al día la declaración de ingresos, en especial si se realizarán compras de alto monto.
En resumen, aunque prestar una tarjeta puede parecer un gesto simple, el SAT enfatiza que los riesgos son mayores de lo que se piensa. En una época donde el uso de tarjetas se dispara, mantener el control de las finanzas y evitar conductas que puedan generar conflictos con Hacienda es la mejor forma de protegerse.


