
Semblanza de Papa Francisco
El Papa Francisco, nacido Jorge Mario Bergoglio en Buenos Aires, Argentina, en 1936, fue un líder trascendental para la Iglesia Católica. Fue elegido como el 266º Papa el 13 de marzo de 2013, tras la histórica renuncia de Benedicto XVI, siendo el primer pontífice de origen latinoamericano y el primer jesuita en ocupar el papado. Durante su pontificado, se destacó por su enfoque pastoral y cercano a los más desfavorecidos, su énfasis en la justicia social, y su lucha por la paz y la reconciliación a nivel global. Su llamado a la misericordia y su esfuerzo por promover una Iglesia más abierta y accesible a todos, especialmente a los pobres y marginados, marcaron su papado.

A lo largo de los años, el Papa Francisco enfrentó numerosos desafíos, tanto en el ámbito interno de la Iglesia como en el panorama mundial. A nivel de liderazgo eclesiástico, promovió reformas en la Curia Vaticana y se comprometió a abordar los escándalos de abuso sexual dentro de la Iglesia. A nivel internacional, se mostró como un defensor de los derechos humanos, el medio ambiente, y la paz, ganándose el reconocimiento mundial por su postura sobre el cambio climático y su encíclica Laudato si’.
Sin embargo, su papado no estuvo exento de dificultades personales. Durante los últimos años de su vida, enfrentó diversas complicaciones de salud, que incluyeron infecciones respiratorias, dolores crónicos en cadera y rodilla, y una diverticulitis que requirió cirugía en 2021. A pesar de estas afecciones, continuó desempeñando sus funciones con dedicación hasta su hospitalización en febrero de 2025 debido a una bronquitis grave que agravó su estado de salud. Finalmente, el Papa Francisco falleció a los 88 años, dejando un vacío enorme en la Iglesia Católica y en el mundo entero.
Su legado es inmenso. El Papa Francisco dejó una huella imborrable, impulsando la iglesia hacia un enfoque más inclusivo, humano y compasivo, centrado en el amor al prójimo y la justicia social. Tras su muerte, el Vaticano anunció que se convocará un Cónclave para elegir a su sucesor, cumpliendo con los protocolos establecidos para la elección del nuevo Papa.