El Pentágono confirmó el despliegue de 700 marines y 2,000 miembros adicionales de la Guardia Nacional en Los Ángeles, como respuesta a las protestas por las recientes redadas migratorias.
El portavoz del Pentágono, Sean Parnell, explicó que la orden provino del presidente de EE.UU., quien autorizó la movilización de tropas para apoyar al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en sus operativos.
Este despliegue se suma a los 2,000 efectivos iniciales de la Guardia Nacional ya movilizados, lo que ha generado un debate sobre el uso de la fuerza en la gestión de las manifestaciones.
El gobernador de California, Gavin Newsom, ha criticado la decisión federal, advirtiendo que la presencia militar podría exacerbar el conflicto en lugar de controlarlo.
Las manifestaciones comenzaron el viernes en el centro de Los Ángeles, cuando se confirmó que agentes de ICE realizaban operativos para detener a migrantes indocumentados.
La medida ha provocado reacciones de organizaciones defensoras de derechos humanos, quienes consideran que el despliegue militar es desproporcionado y puede generar un impacto negativo en comunidades migrantes.
Mientras el gobierno federal justifica la movilización como una acción de seguridad nacional.