Washington, D.C. – El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró este viernes que no busca un acuerdo comercial con la Unión Europea (UE) y confirmó que impondrá aranceles del 50% a los productos del bloque europeo a partir del próximo 1 de junio.

Durante una declaración en la Casa Blanca, Trump fue tajante: “No estoy buscando un acuerdo. Quiero decir, fijamos el trato. Es del 50%”, respondió al ser cuestionado por periodistas sobre la posibilidad de concesiones comerciales con la UE.

Horas antes, el mandatario ya había manifestado su frustración con el rumbo de las negociaciones, que calificó como estancadas: “¡Nuestras conversaciones con ellos no van a ninguna parte! Por lo tanto, recomiendo un arancel directo del 50% para la Unión Europea a partir del 1 de junio”, escribió en su red social Truth Social. Aclaró que este gravamen no se aplicará a productos fabricados dentro de Estados Unidos.

Escalada en el conflicto comercial

La Comisión Europea no ha emitido un posicionamiento oficial sobre el anuncio más reciente, pero fuentes diplomáticas confirman que se mantiene la llamada previamente agendada entre el comisario europeo de Comercio y Seguridad Económica, Maros Sefcovic, y el representante comercial estadounidense, Jamieson Greer.

Cabe recordar que el pasado 2 de abril, Trump había anunciado aranceles del 20% para todos los productos europeos durante el denominado “Día de la liberación”, aunque posteriormente suspendió su aplicación durante 90 días, manteniendo una tarifa universal del 10%.

Además, Estados Unidos impuso un arancel adicional del 25% sobre coches y autopartes importados desde Europa, medida que también generó tensiones con sus aliados.

La respuesta europea

Ante esta escalada, la Comisión Europea expresó a inicios de mayo su intención de llevar el caso ante la Organización Mundial del Comercio (OMC), alegando violaciones al libre comercio. También reveló una propuesta para una segunda ronda de represalias comerciales contra productos estadounidenses, valorados en aproximadamente 100,000 millones de euros. Sin embargo, Bruselas reiteró que su prioridad sigue siendo alcanzar un acuerdo negociado con Washington.

Las nuevas medidas arancelarias podrían intensificar aún más las tensiones económicas entre ambas potencias y repercutir directamente en los flujos comerciales transatlánticos, afectando a múltiples industrias y consumidores a ambos lados del Atlántico.