TWICE no solo está de aniversario: está abriendo su corazón. A una década de su debut, el grupo surcoreano lanza One in a Million, un documental que recorre su historia con una mirada íntima, honesta y profundamente emocional. La cinta, estrenada el 20 de octubre en Estados Unidos, llegará a México el próximo 6 de noviembre con funciones especiales en Cinépolis.
Durante 100 minutos, las nueve integrantes comparten el detrás de cámaras de una carrera marcada por giras mundiales, récords y reinvenciones constantes. Pero esta vez, el foco no está en los logros, sino en la vulnerabilidad que hay detrás del éxito: el cansancio, la presión, la amistad y el compromiso que las mantiene unidas.
“One in a Million” es más que un título. Es el saludo que TWICE dedica a sus fans, los Once, en cada concierto. Un lema que resume el vínculo único entre el grupo y su audiencia, y que ahora se convierte en el hilo conductor de esta producción.
A diferencia de su serie de 2020, Seize the Light, este nuevo documental no busca solo documentar logros, sino entender el motor emocional que sostiene al grupo en una industria que cambia tan rápido como los hashtags que la impulsan.
México será una parada clave. Aunque Cinépolis aún no ha confirmado la venta de boletos, se espera una alta demanda, especialmente en la CDMX, donde TWICE cuenta con una de sus fanbases más activas. El estreno promete convertirse en un evento colectivo más que en una simple proyección.
El 2025 ha sido un año de alta actividad para TWICE, con el lanzamiento de cuatro álbumes —#Twice5, Enemy, This Is For y Ten: The Story Goes On— que han reafirmado su presencia global. This Is For se convirtió en su disco con mayor permanencia en el Billboard 200, consolidando al grupo como la banda femenina de K-pop más constante dentro del Billboard Artist 100.
Más allá de los rankings, One in a Million plantea una pregunta que trasciende al K-pop: ¿cómo se mantiene viva una historia colectiva durante tanto tiempo? La respuesta parece estar en la mezcla de autenticidad, trabajo invisible y una conexión que sigue creciendo, una década después.