
Un Punto de Vista Penal
TOGA DE INDIGNIDAD ELECTA
A los abogados indignos que resultaron beneficiados con el voto popular el pasado domingo, la abogacía independiente de la Nación quiere decirles que existe un símbolo dentro de la impartición de justicia, que de antemano se sabe no van a respetar. Se trata de portar la toga con dignidad.
Desde las más remotas épocas, en nuestra Nación, la impartición de justicia siempre ha tratado de quedar asociada con los conocimientos, la probidad intelectual, el respeto al espíritu del Constituyente del 17 y a que se porten las togas con una impecable pulcritud.
Los recintos de impartición de justicia en la actualidad política y, en éste segundo piso de la Cuarta Transformación de la Nación, deben de tomar en consideración que la balanza que porta la Diosa Themis es el emblema representativo del conocimiento, del equilibrio intelectual y ponderación que debe de tener cada impartidor de ella.
Dentro de los escenarios de nuestros tribunales, se deben –y esto no siempre ocurre así- de magnificar los proveídos y determinaciones que por allí se imparten. Las vinculaciones a proceso u otorgamiento de libertad, las corrupciones o deficiencias de las fiscalías, las declaratorias o incoherencias del Derecho que las partes pretenden hacer valer, y tantos y tantos discursos de enorme importancia para nuestra justicia deben de tener suprema importancia cuando se porta esa toga.
Los jueces, magistrados y ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, deben ser dignos portadores de esas vestimentas, ellos deben de tener los conocimientos suficientes para hacer valer el derecho, deben de portar esas togas en las constancias procesales con la noble misión a realizar.
La Academia de Derecho Penal del Colegio Nacional de Abogados Foro de México, A.C., tiene el conocimiento que a muchas togas de indignidad se le favoreció con el voto popular, también sabe, que esos jueces, magistrados y ministros de perversión resultan ser indignos y portarán las togas como disfraces que los harán aparentar ser “dignos”. Por cierto esas vestimentas, estarán hechas con tela de mediocridad, la cual les durará toda la vida, ese mal ganado disfraz, los llevará a aparentar ser útiles para la justicia, pero la verdad sólo les servirá para defender intereses obscuros, absurdos y para destruir la independencia de la justicia.
La verdad es que se trata togas de vulgaridad e insignificancia y la portarán indignos favorecidos por una situación política insostenible.
¿Podrá la Primera Magistrada de la Nación hacer algo para evitar que la justicia se rebaje a un estado de indignidad?.
Es cuánto.