
Una Historia que nos Conecta
Avance y esperanza en la lucha contra la extorsión
Hemos fortalecido las capacidades institucionales de las distintas instituciones de seguridad, de procuración de justicia, de proximidad y atención en el ámbito local para que den más resultados palpables.
En los últimos meses se ha encendido una luz de esperanza para millones de mexicanas y mexicanos acosados por la sombra de la extorsión. La nueva Estrategia Nacional contra la Extorsión, impulsada por el Gobierno de la República, ha demostrado con hechos contundentes que la palabra seguridad no es solo un ideal, sino un compromiso palpable y demuestra que, en todas las aristas de la lucha contra la criminalidad, hay una estrategia organizada y coordinada, y que no son sólo hechos aislados.
Como representante popular elegido por la gente para llevar a la más alta tribuna y a las organizaciones de seguridad sus demandas, observamos con satisfacción cómo operativos coordinados, detenciones de células criminales y denuncias ciudadanas activas están transformando el escenario, porque cada voz que denuncia, cada línea telefónica clausurada, cada célula desarticulada, suma para devolver tranquilidad al hogar, al comercio, al ciudadano común.
Para ello hemos fortalecido las capacidades institucionales de las distintas instituciones de seguridad, de procuración de justicia, de proximidad y atención en el ámbito local para que den más resultados palpables.
Para señalar ejemplos concretos, del 6 de julio al 24 de agosto fueron detenidas 212 personas vinculadas con el delito de extorsión, en 15 estados, principalmente en Tabasco, Estado de México, Michoacán y Guerrero. También, gracias al esfuerzo conjunto de autoridades federales y locales, se han capturado células dedicadas al fraude y al cobro ilegal, se han recibido miles de llamadas al número 089 para denunciar extorsiones intentadas, y muchas de esas llamadas han sido el origen de carpetas de investigación que están progresando con resultados.
Estos logros no son meramente estadísticos, representan barrios que recuperan sosiego, pequeños negocios que ya no se sienten presionados por el “cobro del piso”, familias que no tienen que temer cada llamada con amenazas veladas.
La extorsión, bajo cualquier modalidad, socava la dignidad humana; minarla significa restaurarla, y es que recordemos que la estrategia se apoya en cinco ejes fundamentales que son la denuncia ciudadana mediante el número 089; la cancelación inmediata de las líneas usadas para extorsionar; la apertura y seguimiento serio de investigaciones; células de inteligencia que actúan en zonas clave; y la especialización en delitos de secuestro y extorsión.
Para muchos mexicanos, denunciar era un acto de valentía que parecía no rendir frutos; ahora, ese acto tiene respuesta. Esa respuesta es el fruto de una política que entiende que la impunidad es aliada del crimen, y que prevenir, perseguir y sancionar debe ser un solo movimiento.
La estrategia nacional no solo genera detenciones, también envía un mensaje claro: donde quiera que estén aquellos que pretenden intimidar, extorsionar o abusar del miedo, el Estado los está persiguiendo. Y para quienes han caído en estas prácticas fraudulentas o están siendo tentados por ellas, sepan que no están solos, que las instituciones, bien articuladas, están de su lado.
En mi condición de legislador y servidor público, sostengo que la lucha contra la extorsión debe continuar con igual firmeza, con absoluta transparencia y con justicia. México necesita un compromiso amplio, la ciudadanía participando, autoridades responsables, y políticas que fortalezcan al débil y acorralen al criminal, si lo hacemos juntos, no habrá extorsión que permanezca impune. El éxito ya comienza a demostrarse, que nadie lo ignore.