Tras más de diez horas de debate parlamentario, el Senado de Uruguay aprobó la Ley de Muerte Digna, convirtiéndose en el primer país de América Latina en legalizar la eutanasia mediante una ley nacional. La norma garantiza el derecho de las personas a “transcurrir dignamente el proceso de morir” y fue respaldada por 20 de los 31 senadores presentes, con apoyo del oficialismo del Frente Amplio y de legisladores del Partido Colorado y del Partido Nacional.
La ley establece que cualquier persona mayor de edad, psíquicamente apta, que padezca una enfermedad incurable, irreversible o que le provoque sufrimiento insoportable, podrá solicitar de forma voluntaria la eutanasia. La Cámara de Diputados ya había aprobado el proyecto en agosto, y con esta votación en el Senado, Uruguay se suma a un grupo reducido de países que regulan la muerte asistida.
La vicepresidenta Carolina Cosse celebró la aprobación como “un hecho histórico que reafirma el compromiso de Uruguay con la dignidad, la libertad y los derechos humanos”. El presidente Yamandú Orsi también respaldó la medida, que cuenta con el apoyo de cerca del 60% de la población, según encuestas recientes.
Hasta ahora, Colombia y Ecuador habían despenalizado la eutanasia a través de fallos judiciales, pero Uruguay es el primero en la región en hacerlo por vía legislativa. A nivel global, se convierte en el noveno país en permitir esta práctica.

