El Victoria’s Secret Fashion Show regresó con una edición que marcó un nuevo capítulo en la historia de la moda íntima. Celebrado en Nueva York, el desfile combinó sensualidad, diversidad y espectáculo en una noche que reunió a las modelos más influyentes del momento, artistas internacionales y una audiencia global conectada por redes sociales.
La pasarela se transformó en un escenario de inclusión y empoderamiento. Jasmine Tookes desfiló embarazada, mientras que modelos como Paloma Elsesser, Precious Lee, Alex Consani y Barbie Ferreira reafirmaron que la belleza no tiene talla ni edad. También brillaron figuras icónicas como Adriana Lima, Alessandra Ambrosio, Candice Swanepoel, Gigi Hadid y Bella Hadid, quienes compartieron escena con nuevas voces de la moda y el entretenimiento.
La música fue protagonista. Karol G hizo historia al convertirse en la primera artista latina en cantar y desfilar como “ángel”, con un enterizo rojo de encaje y alas escarlata que se desplegaron al ritmo de sus temas “Ivonny Bonita” y “Latina Foreva”. La acompañaron Madison Beer, el grupo de K-pop TWICE y Missy Elliott, quienes ofrecieron actuaciones vibrantes que elevaron la experiencia visual y emocional del desfile.

Bajo la dirección creativa de Adam Selman, la colección presentó conjuntos de lencería con transparencias, encajes, cristales y siluetas reinventadas. Las alas, símbolo icónico de la marca, fueron reinterpretadas con materiales sostenibles, estructuras ligeras y diseños que dialogan con la estética contemporánea. Cada look fue pensado como una declaración de identidad, sensualidad y libertad.

El impacto fue inmediato. Más de 2 millones de menciones en redes sociales en menos de 24 horas, campañas activadas por marcas aliadas como MAC Cosmetics y Spotify, y una colaboración cápsula anunciada entre Karol G y Victoria’s Secret que incluirá lencería, accesorios y fragancias inspiradas en su estética musical.
El Victoria’s Secret Fashion Show 2025 no solo fue una pasarela: fue una celebración de la belleza en todas sus formas, del poder femenino y de la conexión entre moda, música y cultura pop. Una noche que reafirma que el estilo también es identidad, y que la moda, cuando se abre al mundo, puede ser un espejo de lo que somos y de lo que aspiramos a ser.

