A partir del 10 de diciembre tendremos sin lugar a dudas el Congreso más reformista de la historia de la Argentina, pasamos de tener 37 diputados a 101, y en el senado de 6 senadores ahora tendremos 20.
Así lo señaló el presidente argentino Javier Milei quien superó con éxito su primer desafío electoral desde que asumió la presidencia de Argentina hace casi dos años, su partido, La Libertad Avanza (LLA), se consolidó como la fuerza más votada en las elecciones legislativas destinadas a la renovación parcial del Congreso, celebradas en un clima marcado por el estancamiento económico y la volatilidad cambiaria. La contundente victoria del oficialismo configura así el escenario político nacional.
Con más del 40% de los votos, el Gobierno se impuso a nivel nacional y logró revertir el resultado en la provincia de Buenos Aires, la más populosa del país, donde apenas mes y medio antes había sufrido una dura derrota de más de 14 puntos. De acuerdo a los datos parciales, La Libertad Avanza triunfó sobre Fuerza Patria, el bloque que representa a la mayor parte de la oposición peronista, que obtuvo poco más del 24%.
Minutos después de conocerse los resultados, el mandatario se presentó, junto a parte de su gabinete, ante la militancia en el búnker de la LLA en la ciudad de Buenos Aires. Durante su pronunciamiento, Milei sostuvo que el Gobierno pasó “el punto bisagra” y afirmó que ahora comenzará “la construcción de la Argentina grande”.
El oficialismo dominó en seis de las ocho provincias que renovaron senadores nacionales. En estos comicios, se eligieron 24 senadores de un total de 72 y 127 diputados de un total de 257. El partido de gobierno llegaba a esta contienda electoral con apenas 7 integrantes en el Senado y 37 en la Cámara baja. Es decir, menos del 15% del Congreso. Por eso para el Ejecutivo era vital aumentar su representación parlamentaria para avanzar en las reformas demandadas por los mercados internacionales y su principal socio, Estados Unidos.

