Todos los días, en su Mañanera del Pueblo, la mandataria reta la inteligencia de quienes siguen sus esfuerzos denodados por imponer una narrativa justificadora de la falta de acción frente a presuntos políticos corruptos integrados en la élite morenista, ante el desgobierno, la violencia y la falta de estrategia, contundencia y dinero para combatir el mal que devasta no sólo a Michoacán sino a la mayoría de las entidades del país.
En forma por lo menos tramposa anunció con bombo y platillo un Plan Michoacán por la Paz y la Justicia que no enfrenta la inseguridad con recursos extraordinarios, sino que conjunta acciones y recursos contemplados en el presupuesto de egresos. No hay dinero extra para contingencias, ni voluntad para acabar con los lastres.
En el colmo del absurdo el secretario de la Defensa Nacional, Ricardo Trevilla Trejo, aseguró que el protocolo de seguridad del presidente municipal de Uruapan no falló. ¿Entonces? La realidad cotidiana aleja la esperanza de los demócratas, de las víctimas, de los ilusos que apoyarían a la presidente Sheinbaum si ella decidiera desmarcarse de su antecesor.
Cada vez más críticos del gobierno morenista exigen su renuncia en marchas, plantones y declaraciones. Con argumentos fundados, la intelectualidad mexicana exige a la mandataria cumpla con su responsabilidad y corrija sus lealtades. Ella juramentó ser leal al pueblo de México y debe liderar el desmantelamiento ya no de una alianza entre gobierno y delincuencia, sino de un Estado criminal, donde los delincuentes quieren gobernar.
En este clima, surge otro intento de albazo legislativo al presentar Alfonso Ramírez Cuéllar una iniciativa de Morena para anticipar un año la consulta de Revocación del Mandato presidencial, a 2027. La oposición interpretó esto como un intento del gobierno de aprovechar los recursos propagandísticos y la popularidad de la presidente Sheinbaum, que pese a declinar en el año de gobierno, se mantiene alta –comenzó en 79 y ha bajado al 70%–.
El objetivo: hacer repuntar a los otros aspirantes morenistas en las preferencias electorales. Aunque en pausa, la mandataria ya externó su aceptación a la iniciativa y el coordinador de diputados de Morena, Ricardo Monreal, pidió no apresurarse, pero la idea es juntar la consulta, aduciendo “razones económicas”, con las elecciones locales en 17 estados de la República, de 500 diputados federales, 30 Congresos locales, centenares de alcaldes y de cientos de funcionarios del Poder Judicial Federal. Para Ricardo Anaya, senador del PAN se trata del retorno de AMLO a la política, quien desea regresar a la palestra y adelantar la sucesión a favor de su hijo Andy López Beltrán.
Recordemos que dicha consulta fue impulsada en 2019 no por los ciudadanos como es el espíritu de la reforma, sino por voluntad del presidente López Obrador, y se llevó a cabo sólo como un costoso ejercicio para ser ratificado y demostrar su popularidad.
Tiempos difíciles vive nuestro amado México, en que el miedo no debe paralizarnos, se dice fácil, pero mientras haya vida e ideales debemos seguir participando y demandando mejores políticas por parte del gobierno y denunciando los abusos de poder. Sólo así habrá oportunidades de cambio.

