De acuerdo con medios locales, un agente del FBI se infiltró en lo más profundo de la política bajacaliforniana y logró obtener evidencia de conspiración por huachicol fiscal y recibir soborno por 20 millones de pesos contra Carlos Torres, panista que hasta hace poco era el esposo de la gobernadora de Baja California, Marina del Pilar Ávila.
Apenas hace una semana, el 8 de octubre, la gobernadora Ávila Olmeda, confirmó que está en proceso de divorcio con su esposo, Carlos Torres, quien hasta hace unos meses tenía el puesto de Coordinador de Proyectos Estratégicos del Estado.
De acuerdo con notas periodísticas, el agente se presentó como empresario petrolero ante Carlos Torres con una petición muy específica: tenía varios buques con gasolina en San Diego que ocupaba descargar en el puerto de Ensenada. Que todo era legal, que solo ocupaba que el gobierno del estado no le pusiera ningún impedimento. Carlos Torres dijo que sin problemas, que estaba con el mandamás de Baja California, que con su esposa no tendría ningún problema.
El agente también le preguntó ¿Qué con la maña cómo le hacía?, a lo que Torres contestó que por ellos no se preocupara, que él manejaría todo. La operación se llevó a cabo con éxito, hasta que Estados Unidos mandó a Harfuch a reventar la gasolina en Ensenada: más de 80 millones de litros de combustible ilegal. Carlos Torres dejó de cruzar a Estados Unidos y esto derivó en la cancelación de su visa y la de la gobernadora de Baja California, Marina del Pilar.
De acuerdo con los artículos publicados al respecto, Carlos Torres ha ofrecido millones de dólares a Harfuch para arreglar su situación legal sin lograr nada, pero su arresto es inevitable y muchos toman su divorcio de la gobernadora como una forma para deslindarse a la hora de la detención.

