Este 1 de septiembre, la Nueva Suprema Corte de Justicia de la Nación dio inicio formal a sus funciones con una ceremonia cargada de simbolismo cultural y político en la Zona Arqueológica de Cuicuilco, CDMX.
El evento incluyó rituales tradicionales como marakame y caracolero, y contó con la participación de ministros, magistrados y sus familias. Durante la ceremonia se entregaron símbolos de mando, servicio y pertenencia nacional, en un gesto que busca legitimar la nueva institución judicial y reafirmar su compromiso con la justicia, los derechos humanos y la inclusión.
La Corte destacó la importancia de reconocer a los pueblos originarios y sus tradiciones como parte del tejido institucional del país. Este acto fundacional representa un esfuerzo por vincular la justicia con la identidad cultural mexicana, promoviendo un modelo más equitativo y representativo.