En una noche histórica, la presidenta Claudia Sheinbaum no solo encabezó por primera vez el Grito de Independencia como jefa del Ejecutivo, sino que también marcó tendencia al portar un vestido de diseño mexicano que combinó elegancia, identidad y simbolismo.
El atuendo, confeccionado especialmente para la ocasión, destacó por su sobriedad y carácter artesanal: una falda en tono morado y parte superior blanca, complementado con la banda presidencial elaborada por mujeres de la Secretaría de la Defensa Nacional. El diseño reflejó solemnidad y cercanía, alineado con el estilo que ha caracterizado a Sheinbaum en actos públicos anteriores.
La banda presidencial, bordada a mano durante diez días por cuatro mujeres de la Sedena, fue uno de los elementos más significativos de la noche. La presidenta agradeció públicamente el trabajo detrás de esta pieza, que representa no solo la investidura presidencial, sino también un homenaje al talento femenino en espacios tradicionalmente militares.
