DEADLINE

Carlos Manzo es uno de los muchos casos que hay de servidores públicos fallecidos

PIDIÓ AUXILIO A TODOS Y DEJARON QUE LO MATARAN

Autor: Víctor Hugo Arteaga

Carlos Manzo Rodríguez fue asesinado el sábado en la noche en Uruapan, a pesar de contar con la “supuesta vigilancia” de 14 elementos de la Guardia Nacional, a quienes se había comisionado para protegerlo.

El Estado México no pudo, no fue capaz o simplemente no quiso cuidar su vida, porque como sucede en los regímenes autoritarios, si criticas o te meten preso o te matan.

Hoy todos los políticos mexicanos corruptos y también los hipócritas, salen a lucrar con el asesinato de un hombre, que momentos antes cargaba confiado a su pequeño hijo, disfrutando de las tradiciones mexicanas, pensando que estaba seguro.

Quizá ese fue su error, haberse confiado y bajado la guardia, creyendo que quienes deberían protegerlo lo harían.

Carlos Manzo el alcalde de Uruapan pidió apoyo a todo mundo y en todo momento. Lo hizo desde el Gobernador Alfredo Ramírez Bedolla, pasando por el secretario de seguridad pública y ciudadana, Omar García Harfuch, las autoridades militares, hasta la propia presidenta Claudia Sheimbaum.

Pidió ayuda en todo momento desde que llegó a la alcaldía de Uruapan con una candidatura independiente, en que la gente le dio su apoyo tras sus buenos resultados como diputado.

Era bravo! Valiente, nunca tuvo miedo, por sus actos, pero siempre lo tuvo según sus palabras.

Él no quería, dijo en muchas ocasiones, ser un número más de alcaldes asesinados en México. Hoy es uno de los 150 alcaldes asesinados en México en los últimos 15 años.

De inmediato su asesinato se ha hecho sentir en todo el estado que está harto de Ramírez Bedolla y sus supuestos lazos con los grupos delincuenciales que, según los especialistas en seguridad nacional, patrocinaron su campaña a Gobernador.

El grito de ayuda en el vacío de la nada, es el mismo que el de 120 millones de mexicanos que han visto como el país comienza a desmoronarse y cada día, a pesar de los esfuerzos oficiales, se pierde la guerra en palabras vacías, huecas y sin credibilidad.

No se permitirá que los crímenes sigan y siguen.

No se habrá de permitir que los crímenes queden impunes y quedan.

No se tolerará que los grupos criminales arrodillen al país y se tolera.

No se perderá la guerra con la delincuencia organizada porque el Estafo es mayor y más fuerte que él. Y se va perdiendo.

El asesinato de Carlos Manzo cala y duele porque era la única esperanza de un hombre digno diciendo y accionando para proteger a su gente en Uruapan.

Uruapan no solo ha perdido con el artero asesinato de Carlos Manzo. También es el país el que ve con desesperanza cómo una vez más las palabras de los políticos y funcionarios quedan rebasadas ante los hechos. Simplemente no pueden protegernos.

Carlos Manzo Rodríguez confió en el Estado para salvaguardar su vida y el Estado Mexicano le falló a él así como le ha fallado a todo el pueblo de México.

Palabras, palabras y más palabras. Eso es todo lo que se sabe hacer.

Ver a Luis Donaldo Colosio Riojas de visita en Michoacán, conmoviéndose del atentado que cegó la vida de Carlos Manzo y exigiendo justicia es verdaderamente impactante!

Su padre fue asesinado en 1994 declarando que México tiene hambre y sed de justicia.

Han pasado 31 años, seis presidentes de la República, 12 Congresos de la Unión, gobernó la derecha, retomó el PRI, se le dio la oportunidad a la izquierda totalitaria y nada ha cambiado desde ese fatídico hecho.

Luis Donaldo Colosio, para muchos la única opción de sacar a la izquierda de Palacio Nacional, sigue pidiendo que se calme el hambre y la sed de justicia, al igual que un pequeño hijito de Carlos Manzo, que minutos antes de ser bajado de los brazos de su padre, se miraron con amor, sin saber qué instantes después todo acabaría para ellos.

El autor de la columna es Premio Nacional de Periodismo en 2016.

X@arteaganoticias.com

ING@victorarteaganoticias.com

FB: Víctor Hugo Arteaga (Periodista)

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