El presidente Donald J. Trump enfatizó el papel perdurable de la fe en la identidad estadounidense, destacó la inquebrantable defensa de los valores religiosos por parte de su administración y reafirmó su compromiso con la protección de nuestras libertades religiosas.
Al anunciar los preparativos del 250 aniversario de la Declaración de Independencia a celebrarse en 2026, el presidente también lanzó la iniciativa “América Ora” , un llamado a los estadounidenses a unirse en oración por la fortaleza, la paz y la prosperidad de la nación, pues, dijo, “cuando la fe se debilita, nuestro país parece debilitarse”.
“Cuando la fe se fortalece… suceden cosas buenas para nuestro país. Es asombroso cómo parece funcionar así. Bajo la administración Trump, estamos defendiendo nuestros derechos y restaurando nuestra identidad como nación bajo Dios. Somos una nación bajo Dios, y siempre lo seremos”.
En el evento, Trump dio la bienvenida a un estudiante californiano de 12 años que fue obligado en la escuela a leer material contrario a sus creencias religiosas: “El año pasado, en quinto grado, obligaron a Shay a leerle un libro a un estudiante de kínder que promovía un mensaje de ideología de género radical que es contrario a sus creencias religiosas y a las nuestras”.
Con este caso de ejemplo el mandatario anticipó nuevas normas que protegen el derecho de los estadounidenses a rezar en las escuelas públicas: “Me complace anunciar esta mañana que el Departamento de Educación pronto emitirá nuevas directrices que protegen el derecho a rezar en nuestras escuelas públicas”.
E hizo un llamado a los estadounidenses para que se unieran en oración: “El año que viene celebraremos 250 años desde la firma de esa Declaración. Como parte de la gran conmemoración… hemos invitado a las grandes comunidades religiosas de Estados Unidos a orar por nuestra nación, por nuestra gente y por la paz en el mundo”.
El presidente Trump destacó la importancia de la fe en Dios: “Para tener una gran nación, es necesario tener religión. Lo creo firmemente. Tiene que haber algo después de pasar por todo esto, y ese algo es Dios”.
Defendió nuestros valores estadounidenses de fe: “Estados Unidos siempre ha sido una nación que cree en el poder de la oración y jamás nos disculparemos por nuestra fe, jamás, jamás, jamás. Nunca renunciaremos a los derechos que Dios nos dio. Defenderemos nuestras libertades, nuestros valores, nuestra soberanía y defenderemos nuestra libertad”.