Científicos de la Universidad de Kiel, Alemania, han descubierto el secreto detrás de uno de los métodos de dispersión de semillas más espectaculares de la naturaleza: los pepinos que lanzan sus semillas con una explosión de líquido.
La planta, Ecballium elaterium, o pepino explosivo, hace honor a su nombre al disparar sus semillas a gran velocidad a lo largo de enormes distancias, un nuevo estudio ha capturado el proceso con mayor detalle que nunca. Los frutos del pepino, en proceso de maduración, se llenan de un líquido espeso, lo que genera una intensa presión interna. Al madurar por completo, el tallo se desprende y el fruto expulsa violentamente sus semillas.
“Esto sucede principalmente cuando la fruta está muy madura y algo la toca, por ejemplo, animales, insectos o lluvia”, explicó la directora del estudio, Helen Gorges. “La planta simplemente quiere dispersar las semillas lo más lejos posible y de esta manera puede dispararlas a más de 12 metros de distancia de la planta base”. Como incluso el roce más leve podría hacer que las frutas se desprendan, el equipo de investigadores utilizó imágenes por tomografía computarizada para crear un modelo 3D de la fruta sin destruirla.
Luego utilizaron cámaras de alta velocidad, disparando a 1,000 y 10,000 cuadros por segundo para capturar el momento en que los pepinos dispararon balísticamente sus semillas a una velocidad de hasta 47 km/h (29 mph).
La investigación descubrió que el pedúnculo que libera las semillas se endereza con el tiempo, hasta que los pepinos cuelgan en un ángulo de 52° justo antes de detonar. El ángulo de disparo balístico teóricamente perfecto es de 50°, por lo que los pepinos casi dan en el blanco.