El huracán Melissa tocó tierra al suroeste de Jamaica como un poderoso ciclón de categoría 5, con vientos sostenidos de 295 km/h y presión mínima de 892 hPa, convirtiéndose en una amenaza grave para la región.
Las autoridades meteorológicas alertan sobre fuertes lluvias, marejadas ciclónicas e inundaciones en las zonas costeras, y recomiendan a la población permanecer bajo techo y seguir las indicaciones oficiales.
Melissa se mantiene como un sistema extremadamente peligroso, con capacidad para provocar daños severos en infraestructura, viviendas y cultivos, además de representar un riesgo significativo para la vida humana.
Los gobiernos locales y organismos de protección civil han activado planes de emergencia y evacuación preventiva en comunidades vulnerables, mientras los servicios de rescate permanecen en alerta máxima.

