Investigadores coreanos descubrieron que la radioterapia de baja dosis alivia el dolor de rodilla y mejora la movilidad en personas con osteoartritis leve a moderada. El tratamiento, mucho más débil que la radioterapia contra el cáncer, mostró beneficios reales superiores al placebo. Sin efectos secundarios y con sólidos resultados en los ensayos clínicos, este enfoque podría ofrecer un punto intermedio entre los analgésicos y la cirugía articular.
Un nuevo ensayo clínico aleatorizado y controlado con placebo sugiere que una sola ronda de radioterapia de dosis baja podría ofrecer una alternativa segura y efectiva para las personas que sufren osteoartritis de rodilla dolorosa.
Los participantes con osteoartritis de rodilla leve a moderada experimentaron una reducción notable del dolor y una mejor movilidad en los cuatro meses posteriores al tratamiento. La exposición a la radiación fue solo una pequeña fracción de la utilizada en la terapia contra el cáncer. Dado que el estudio incluyó un grupo de control sometido a un tratamiento simulado, los investigadores pudieron distinguir claramente los efectos reales del tratamiento de las respuestas al placebo, comunes en los ensayos clínicos sobre osteoartritis. Los primeros resultados de este estudio coreano se presentaron en la Reunión Anual de la Sociedad Americana de Oncología Radioterapéutica (ASTRO).
«Las personas con osteoartritis dolorosa de rodilla a menudo se enfrentan a una difícil decisión entre los riesgos de los efectos secundarios de los analgésicos y los riesgos de la cirugía de reemplazo articular», afirmó el Dr. Byoung Hyuck Kim, investigador principal del ensayo y profesor adjunto de oncología radioterápica en el Centro Médico Boramae de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Seúl.
La osteoartritis es la forma más común de artritis y afecta a aproximadamente 32,5 millones de adultos en Estados Unidos. Se desarrolla a medida que el cartílago que amortigua los extremos de los huesos se desgasta con el tiempo. La afección suele afectar las rodillas y las caderas, lo que limita la movilidad y disminuye la calidad de vida. El tratamiento habitual comienza con cambios en el estilo de vida y analgésicos, y se considera la cirugía cuando los síntomas se agravan.
La radioterapia de baja dosis se ha utilizado durante mucho tiempo en países europeos como Alemania y España para tratar el dolor articular, donde goza de amplia aceptación. Sin embargo, el Dr. Kim señaló que, antes de este estudio, la evidencia rigurosa controlada con placebo era escasa, y el conocimiento del tratamiento seguía siendo bajo entre los médicos de otras partes del mundo.

