El diputado federal Marco Antonio Mendoza advirtió que Hidalgo tardará varios años en recuperarse de los daños ocasionados por las lluvias de octubre, derivadas del paso del huracán Priscila, que dejó afectaciones severas en infraestructura carretera, puentes, zonas agrícolas y comunidades enteras.
“Es un proceso que va a tardar años la recuperación del estado, bastante complejo”, señaló.
De acuerdo con el legislador, el impacto fue especialmente grave en la región Otomí-Tepehua, donde recorrió municipios como San Bartolo Tutotepec, Tenango de Doria y Huehuetla.
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Destacó que se registraron alrededor de 120 deslaves en distintos puntos de carretera, lo que dejó a comunidades incomunicadas, además se contabilizaron más de 20 personas fallecidas y miles de damnificados.
«Hubo alrededor de 120 deslaves en distintos puntos de la carretera y esto hizo que la gente se quedara incomunicada, hubo por lo menos 20 personas que perdieron la vida y miles de personas damnificadas por las crecientes del río, por los deslaves, por las inundaciones», explicó. Además, señaló que existen comunidades que requieren ayuda.
Zonas incomunicadas y afectación agrícola en Hidalgo
El diputado describió daños importantes en la Vega de Metztitlán, donde se ubica uno de los cuerpos de agua más grandes del país.
El aumento del nivel de la laguna, según sus palabras, dejó bajo el agua cerca del 90 por ciento de las tierras de cultivo, lo que representa un impacto grave para ejidos agrícolas. En varios casos, el acceso solo pudo realizarse mediante lancha.
Una situación similar se vive en municipios de la Sierra Gorda, como Chapulhuacán y Pisaflores, reconocidos por su difícil accesibilidad en condiciones normales. Tras las lluvias, muchas comunidades quedaron aisladas.
«Las fuertes lluvias pues dejaron algunas comunidades completamente incomunicadas por los deslaves y esto aunque no hubo comunidades afectadas de gravedad, pero pues obviamente la incomunicación pues sí generó escasez de alimentos», explicó.
En la Huasteca hidalguense, el agua arrasó infraestructura clave como en Huautla, ya que la creciente del río destruyó el puente Tamoyón II y cubrió campos agrícolas bajo cientos de miles de toneladas de piedra.
Según el diputado Mendoza, restaurar la vocación agrícola de la zona requerirá una intervención “titánica, si no es que casi imposible”.
«El reto para los municipios y para el estado es muy grande porque se requieren recursos para resarcir los daños en la carretera», sostuvo.
Otra zona afectada fue Yahualica, donde el colapso parcial del puente Naranjos dejó completamente aisladas a diversas comunidades.
En Tianguistengo, habitantes recurrieron a cooperaciones vecinales: «En la sierra, en Tianguistengo, la gente se organizó y se cooperó para rentar helicópteros y poder evacuar a personas que se habían quedado incomunicadas, enfermas, sin alimento”.
El legislador recordó que propuso reasignar 1,500 millones de pesos del presupuesto de 2025 para atender la contingencia de manera inmediata, pero la iniciativa fue rechazada.
“MORENA lo votó en contra, no quisieron reorientar el recurso”, señaló.
Avanza el censo de Hidalgo: más de 22 mil viviendas afectadas
El gobierno federal informó avances en el censo de viviendas dañadas, tarea encabezada por la Secretaría del Bienestar. Hasta el 8 de noviembre, seis días después del inicio del operativo, se habían registrado 22,325 inmuebles afectados en 28 municipios.
El portal oficial habilitado para reportar avances (www.gob.mx/reporteporlluvias/hidalgo) muestra un crecimiento acelerado del registro: el 14 de octubre se contabilizaban solo 469 viviendas; una semana después, el número ascendía a 8,938, y en el último corte aumentó en 13,387 viviendas adicionales.
El censo ahora abarca la totalidad de los municipios afectados, entre ellos Acaxochitlán, Chapulhuacán, Huejutla, Ixmiquilpan, Metztitlán, San Bartolo, Tenango de Doria, Tianguistengo, Tulancingo y Zimapán.
Además, el número de campamentos de atención aumentó de 5 a 16 puntos operativos, ubicados en localidades estratégicas para desplegar brigadas de Servidores de la Nación.
Aunque las labores de apoyo avanzan, Mendoza insistió en que la magnitud del desastre obliga a destinar recursos extraordinarios. Para las comunidades afectadas, añadió, el desafío inmediato no es solo reconstruir carreteras y puentes, sino recuperar el acceso a alimentos, electricidad y servicios básicos.
La reconstrucción de Hidalgo apenas comienza, y las familias damnificadas continúan esperando que la ayuda llegue por tierra, por agua o, en algunos casos, desde el aire.
RB
