Al utilizar este sitio, usted acepta la Política de privacidad y los Términos de uso.
Accept
Cacho PeriodistaCacho PeriodistaCacho Periodista
Notificación Mostrar más
Cambiar el tamaño de la fuenteAa
  • NACIONAL
  • ESTADOS
    • CDMX
  • INTERNACIONAL
  • ECONOMÍA
    • Sector Energético
  • DEPORTES
  • VIDA Y ESTILO
  • COLUMNAS
  • ENTRETENIMIENTO
  • CIENCIA Y TECNOLOGÍA
Lectura: Libertad Bajo Palabra
Compartir
Cambiar el tamaño de la fuenteAa
Cacho PeriodistaCacho Periodista
  • Iniciar sesión
  • Mis Lecturas
Search
  • NACIONAL
  • ESTADOS
    • CDMX
  • INTERNACIONAL
  • ECONOMÍA
    • Sector Energético
  • DEPORTES
  • VIDA Y ESTILO
  • COLUMNAS
  • ENTRETENIMIENTO
  • CIENCIA Y TECNOLOGÍA
¿Tiene una cuenta existente? Iniciar sesión
Síganos
Home » Blog » Libertad Bajo Palabra
COLUMNAS

Libertad Bajo Palabra

Enrique Rodríguez Martínez
Última actualización: 16 octubre, 2025 11:07 am
Enrique Rodríguez Martínez
Publicado: 16 octubre, 2025
Compartir
Compartir

Desbordados

La capacidad de respuesta ante una tragedia provocada por la naturaleza mide a las autoridades y a los gobiernos. Basta recordar que en 1985 tras el terremoto que devastó a la capital, el entonces Presidente Miguel de la Madrid tardó en procesar la magnitud del desastre, consecuencia a la lenta y poco empática reacción, asumió los costos políticos que marcaron su gobierno. Ese fue uno de los grandes sellos negativos de su amplia trayectoria en el servicio público hasta el final de sus días.

Se podrá decir en descargo que prevenir un fenómeno de esas características era imposible y con mayor razón en los años ochenta, pero la forma de enfrentar las catástrofes determina para bien o mal la sensibilidad y eficacia de los funcionarios municipales, estatales y federales. La primera reacción de un político es justificar la imposibilidad de anticipar un fenómeno, sin embargo en el caso de los temporales, lluvias intensas y huracanes existen herramientas meteorológicas suficientemente precisas para alertar con oportunidad a la población y salvar vidas.

En México los gobernantes tropiezan con las mismas piedras una y otra vez, nunca aprenden la lección. Si a esto se le agrega la soberbia que es madre de la displicencia y se le adiciona incapacidad, tenemos un resultado mortal por necesidad como se aprecia esencialmente en Veracruz con Rocío Nahle, quien minimizó el colapso para afirmar que en Poza Rica “se desbordó ligeramente el río Cazones” declaración impertinente ante la magnitud del desastre que tan sólo en esa entidad ha cobrado la vida de más de 35 personas, según las cuestionadas y preliminares cifras oficiales. Otros casos son el de Puebla con Alejandro Armenta, San Luis Potosí gobernado por Ricardo Gallardo e Hidalgo con Julio Menchaca.

Estos 4 gobernantes morenistas tuvieron a su disposición alertas meteorológicas con la suficiente antelación para hacer mucho más, pero no les dieron la importancia necesaria para evitar la pérdida de decenas de vidas que hoy enlutan a nuestro país.

Señoras y señores el ejercicio del poder desgasta, pero lo de los gobernantes morenistas es una caída libre provocada por la incapacidad que intentan mitigar con sistemáticas dádivas del erario a los más desprotegidos. Claudia Sheinbaum ya envió a los “siervos de la nación” vestidos de guinda con los chalecos de su partido para hacer los censos con los afectados que si no confiesan su fidelidad a Morena serán doblemente abandonados.

No olvidar que una de las tantas estupideces de Andrés Manuel López Obrador fue desaparecer el Fonden para atender este tipo de desastres que requieren recursos inmediatos para auxiliar a la población. Son tan cínicos e ineptos que ahora piden al sector empresarial se solidarice con los afectados porque sobre la marcha ya se dieron cuenta que 19 mil millones de pesos disponibles para emergencias no son suficientes para atender la tragedia.

Es indispensable señalar cada paso de su negligencia ante los más necesitados, que en la mayoría de ocasiones coinciden con su clientela electoral en las regiones con mayor vulnerabilidad.

La imagen de Claudia Sheinbaum en uno de sus recorridos por las zonas afectadas en la entidad gobernada por Nahle al exigir silencio ante los reclamos para ser escuchada por los damnificados, marcará su sexenio. Lo suyo no es la tolerancia, tampoco la empatía, aunque nos digan que más del 70% del país está muy feliz con su desempeño, otro mito de su propaganda pagada con nuestros impuestos.

Para colmo, en algunas regiones de Veracruz epicentro de la reciente tragedia han aparecido grupos armados repartiendo despensas en nombre del Cártel Jalisco Nueva Generación por los rumbos de Poza Rica, Tihuatlán y Álamo. Con dedicatoria para aquellos que se rasgan las vestiduras para negar la evidente ingobernabilidad en amplias regiones controladas por el narcotráfico.

EDICTOS

La ejecución del abogado civilista David Cohen Sacal además de una artero ataque en plena Ciudad Judicial de la capital que reitera la inseguridad para quienes acuden cotidianamente a los juzgados locales, es una especie de granada de fragmentación en la oficina del mismísimo Rafael Guerra Álvarez, Presidente del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México. Es ampliamente conocido en el medio de los litigantes que Cohen Sacal obtenía ventajas de su extrema cercanía con Guerra y le visitaba con mucha frecuencia, no sólo por amistad, sino para operar diversos litigios en los que presuntamente se dirigía el sentido de las resoluciones de juzgadores en asuntos de elevada cuantía o gran interés de poderosos grupos y despachos que inciden en casos de alta gama. Uno emblemático fue el de la Cooperativa Cruz Azul y muchos otros como el de la empresa malaya Coastal para inducir la quiebra de TRESE. Ahora se sabe por algunos testimonios a los que tuvo acceso esta columna, que antes del ataque, Cohen Sacal salió de una reunión en la oficina de Rafael Guerra, hecho que automáticamente se convierte en línea de investigación ineludible en el trabajo que realiza la Fiscalía de la Ciudad de México que encabeza Bertha Alcalde, Luján quien les aseguro no tiene la mejor opinión del magistrado Guerra. De esa carpeta por el homicidio del conocido litigante saldrán chispas, datos y relaciones que podrían destapar una auténtica caja de pandora que documente lo que es por todos conocido en el medio jurídico. La forma en que se manosean desde adentro las voluntades de los juzgadores locales, con nombres, cargos, vínculos y complicidades externas.

Dato interesante de contexto es que Guerra Álvarez está casado con Verónica De Gyvés Zárate, integrante del Tribunal de Disciplina del Poder Judicial de la Federación, “electa” en las urnas en junio con el sello 4T. Otro es que esta novela de intrigas dará mucho de qué hablar en los próximos meses entre los caníbales del régimen que gobiernan nuestra capital.

Relacionado

Comparte este artículo
Facebook Correo electrónico Imprimir
No hay comentarios

Deja una respuesta Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

conscientia sui
Ir a la versión móvil