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De Pekín, el corazón político y cultural de China a Shanghai

«China es un gigante dormido. Dejen que duerma, porque cuando despierte, conmoverá el mundo»: Napoleón Bonaparte Llegamos a la Plaza Tiananmen de Pekín, tres semanas después de celebrarse el 80 Aniversario de la Victoria de China sobre Japón.

Esta enorme plazuela con 44 hectáreas de superficie alberga hasta a un millón de personas de pie. Cómo no rememorar a los miles de soldados y civiles vestidos de gala que participaron en el espectacular desfile militar, y a su líder supremo, Xi Jing Pin a bordo de un vehículo descubierto pasando lista a sus tropas, el pasado 3 de septiembre de 2025, flanqueado por sus homólogos de Rusia y Corea del Norte.

La exhibición de poderío fue interpretada como un mensaje contundente al mundo: frente al bloque occidental, está China, nación que además de mostrar sus soldados mostró sus naves aéreas y terrestres, y el armamento sofisticado de una superpotencia mundial.

En este último capítulo de la narración del viaje a Japón y China realizado por un grupo de turistas mexicanos a finales del pasado mes de septiembre, les cuento que el primer día en la República Popular de China visitamos Pekín, el corazón político y cultural de la nación.

Calle Xi’an Al caer el ocaso cuando visitamos la Plaza Tiananmen, con su Gran Salón del Pueblo y el retrato de Mao Zedong en la entrada principal de la Ciudad Prohibida, sin duda la zona emblemática vital para acercarse al pasado imperial y el presente político de la República Popular China.

El mausoleo a Mao Zedong, cerrado al público, honra la memoria del fundador y primer presidente de la República Popular de China (1949), el líder que puso fin al llamado Siglo de la Humillación y fundó un régimen de dictadura democrática popular, con hegemonía del Partido Comunista Chino. Llegamos a Pekín a las 23 horas del día anterior, en un vuelo directo de la línea Juneyao Air, que salió a las 20:30 horas del Aeropuerto Internacional de Kansai.

A la medianoche, luego de realizar los trámites migratorios, en el autobús se presentó con nosotros nuestro guía en la capital, «Santiago», de origen chino eligió ese seudónimo para facilitar la comunicación en español.

En corto me dijo que su apellido era Yáng, o sea Álamo, igual que quien escribe este testimonio. Por la mañana accedimos a la Ciudad Prohibida por la Puerta de la Pureza Celestial, (Qiangingmen, en chino), acceso principal a la finca privada del emperador Yongle MIng, quien fue primero en habitarla luego de haber ordenado su construcción (1407 y 1420).

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